Somos testigos del gran crecimiento que viene experimentado la demanda de energía en República Dominicana, y el gran desafío técnico que supone para la estabilidad del SENI, mismo que presenta graves deficiencias históricas por falta de inversión en transmisión y distribución, particularmente en la repotenciación de subestaciones, sustitución de transformadores, adecuaciones de redes eléctricas y acometidas, compra de medidores, materiales eléctricos, entre otros.

La demanda del país sigue creciendo a un ritmo impresionante, reportando un crecimiento de un 11.5% respecto al 2022. En ese sentido, hay que triplicar los esfuerzos para lograr aumentar la cuota de las renovables y eliminar todas las barreras regulatorias, de infraestructura e institucionales que limitan la penetración renovable, tanto en generación distribuida como a gran escala.

Toda actualización de la Ley 57-07 sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales, así como el reglamento de generación distribuida deben ir enfocados a dinamizar la inclusión de mas proyectos de energía renovable.

Si queremos mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, tener una sociedad moderna, sostenible, equitativa y que el país alcance sus metas de descarbonización y generación renovable al 2025 y 2030, es necesario que los incentivos fiscales que plantea la Ley 57-07 permanezcan.

A raíz de la pandemia, todas las metas relacionadas con sostenibilidad que plantea la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) presentan retrasos importantes.

Resulta lógico que la generación renovable sea incentivada, frente a la compra de combustible fósil importado, que está exonerado para la generación eléctrica, y se estima que generará un gasto tributario de RD$ 11,698.8 millones de pesos para el 2023.

Cuando una empresa decide hacer una inversión en energía renovable, reduce sus costos de operación, sus indicadores de desempeño mejoran, genera más utilidades, y al final del año se lo retribuye al Estado con el pago del Impuesto sobre la Renta. El Estado debe seguir apostando a las energías renovables.

A pesar de las grandes inversiones históricas que viene realizando el sector privado en generación eléctrica, aún contamos con una muy alta dependencia en el uso de combustibles fósiles, donde el 86% de las necesidades energéticas del país se producen con estas fuentes.

Para que las energías renovables sigan avanzando en el segmento de la generación distribuida, se requiere que la actualización del marco regulatorio, permita una mayor integración renovable. Urge que la Superintendencia de Electricidad (SIE) realice los estudios de penetración de energía fotovoltaica en las redes de distribución tanto en las EDE’s como en sistemas aislados, y que las conclusiones sirvan de base técnica fiable para definir los nuevos topes a partir del cual se requieren hacer estudios suplementarios. El cumplimiento de las leyes y la fiscalización efectiva por parte del regulador es vital.

Actualmente tenemos circuitos de distribución que están sobrecargados, y gracias al aporte de la generación distribuida, se reduce la demanda, y mejora la calidad y disponibilidad de la energía.

En ese sentido, es de suma importancia que, desde el Estado y la regulación se promuevan y se adopten medidas efectivas que contribuyan a impulsar la transición energética del país, hacia una matriz mas sostenible.

Marvin Fernández, presidente de ASOFER reconoció el gran avance que el país ha tenido en temas de energías renovables, y enfatizó que, por su gran aporte en la generación de empleos, aumento de la competitividad, resiliencia, apoyo en el cumplimiento de las metas de generación renovable, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras, la generación distribuida requiere de un mayor apoyo y promoción por parte de las autoridades del sector eléctrico y que dicho crecimiento no solo beneficie a las grandes empresas y grandes productores, sino también a las MiPyMES y a los ciudadanos.

Desde ASOFER tenemos claro que el futuro de la República Dominicana pasa indudablemente por hacer a las grandes empresas y a las MiPyMES mas competitivas, con costos mas controlados, que les permita producir bienes y servicios en similares o mejores condiciones que sus pares Centroamericanos. Y la instalación de paneles solares para mejorar sus costos es una herramienta clave y es exactamente eso lo que promueven las políticas de incentivos.

Existen numerosas razones para seguir incentivando el crecimiento de las energías renovables en el país, tal como lo están haciendo los demás países alrededor del mundo, son estrategias visionarias que han asumido todos los países que desean brindar a sus ciudadanos un servicio de energía eléctrico eficiente, continuo y sostenible, pensando no solo en los ingresos de algunas empresas, sino en el futuro de todos. Animamos a la población a seguir solicitando más y mejor energía renovable.

La entrada Con incentivos limitados y trabas en el camino, gremio advierte que las renovables no crecerán en República Dominicana se publicó primero en Energía Estratégica.