La noticia de la renuncia de Rocío Nahle como Secretaria de Energía de México ha generado gran interés y especulación sobre quién será su sucesor en este cargo. Nahle, quien ha ocupado el puesto desde el 1° de diciembre de 2018, dejará su cargo para buscar la gubernatura de Veracruz, convirtiéndose en una de las figuras políticas más prominentes en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Antes de su nombramiento como Secretaria de Energía, Rocío Nahle desempeñó un papel crucial en la política mexicana como Diputada Federal y Coordinadora del Grupo Parlamentario de MORENA en la LXIII Legislatura (2015-2018).

Además, tuvo una breve pero influyente participación como senadora con licencia durante el último trimestre de 2018. Su formación académica como Ingeniera Química y sus especializaciones en Petroquímica y Viabilidad Económica en Procesos Industriales la dotaron de una sólida base técnica para abordar los desafíos del sector energético.

La carrera profesional de Rocío Nahle también incluyó un período de trabajo en los complejos Petroquímicos de Pajaritos, Cangrejera y Morelos de PEMEX, donde ocupó diversas posiciones en áreas administrativas, financieras, de procesos, planeación y control de calidad.

A su vez, tuvo experiencia en la iniciativa privada, trabajando en Industrias Resistol. Esta combinación de experiencia tanto en el sector público como en el privado la posicionó como una figura con un conocimiento profundo de la industria energética.

Durante su gestión como Secretaria de Energía, Rocío Nahle se enfrentó a una serie de desafíos, siendo uno de los más destacados la búsqueda de un equilibrio entre la explotación de los recursos naturales del país y la promoción de las energías renovables. México es un país con una rica tradición en la industria petrolera, y Nahle tuvo que abordar la difícil tarea de impulsar las energías renovables mientras mantenía el compromiso con la producción de petróleo y gas natural.

Una de las iniciativas más notables durante su mandato fue la creación de la empresa estatal CFEnergía, una subsidiaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que tenía como objetivo impulsar la generación de energía eléctrica a partir de fuentes limpias y renovables. Esta medida buscaba diversificar la matriz energética del país y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.

Aunque bajo su liderazgo, se llevaron a cabo unas pocas licitaciones exitosas para proyectos de energía renovable que permitieron la construcción de parques eólicos y solares en diferentes regiones de México como el Plan Sonora, expertos del sector argumentan que no fueron las suficientes.

En efecto, durante su gestión se produjeron las cancelaciones de subastas de largo plazo (SPL) que provocaron un párate en el avance de proyectos renovales de gran escala.

De esta forma, la gestión de Nahle no estuvo exenta de críticas y desafíos. Algunos sectores argumentaron que su enfoque en impulsar a la CFE como actor central en la generación eléctrica podría obstaculizar la competencia en el mercado energético y desincentivar la inversión privada en energías renovables.

La renuncia de Rocío Nahle como Secretaria de Energía marca el final de una etapa en la política energética de México. Su legado estará marcado por sus esfuerzos por promover las energías renovables en un país históricamente vinculado al petróleo y el gas. El próximo titular de la SENER enfrentará el desafío de continuar esta transición hacia un sistema energético más sostenible y diversificado.

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