YPF, Raízen, que comercializa la marca Shell en la Argentina, Axion Energy y Trafigura (Puma) dieron a conocer este sábado un comunicado conjunto en el que destacan que el abastecimiento de combustibles “se irá normalizando en los próximos días”. Fuentes del área energética indicaron que la corrida debería empezar a disiparse para mediados de la semana entrante en la medida que YPF refuerce con combustible importado la logística en sus estaciones de servicio.

Los problemas de suministro en el interior del país existen desde hace al menos 15 días, pero el jueves se empezaron a registrar también largas filas de vehículos para cargar combustibles en estaciones ubicadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Las refinadoras esperan un aval por parte del gobierno para aumentar en los próximos días los precios en surtidor, que en los hechos están prácticamente congelados desde agosto.

Fuentes de la industria consultadas por EconoJournal reconocieron que tenían la expectativa de poder incrementar los precios este mismo fin de semana. Pero admitieron que por la agudización de la escasez de oferta y la instalación en la agenda pública del tema, es probable que la decisión se demore unos días más. En todos los casos, los privados esperan que la suba se materialice antes del ballotage.

En lo que existe coincidencia plena entre las fuentes consultadas por este medio es que la demanda de naftas está desbocada por la inexistencia de una señal realista de precios. Prueba de eso es que el consumo de gasolinas creció en lo que va del año un 6% en una economía argentina que lejos de expandirse, podría terminar retrayéndose en 2023.

Import Parity

Sin contar el impacto del congelamiento de los impuestos a los combustibles (cuya actualización está postergada desde hace varios trimestres), el atraso del precio local de los combustibles con relación a la paridad de importación (import parity) supera el 40%. En concreto, el litro de nafta super importada cuesta más de 450 pesos contra los 320 pesos se paga en promedio en Capital Federal.

Fuentes privadas relevadas por este medio coincidieron en que un aumento como que el que está discutiendo con el gobierno —que no llegaría al 10%— no resolverá el problema, pero sí ayudará a atemperar la demanda y el cruce de canales de comercialización, porque lo que está sucediendo desde hace varias semanas es que muchos clientes mayoristas (camioneros, productores agropecuarios e industriales) buscan cubrir su demanda de gasoil en el mercado de retail minorista, que contra toda lógica es un 30% más barato que el precio mayorista del mismo diesel. Las petroleras intenta evitar el cruce de canales, pero más allá del mapeo que puedan tener de sus clientes mayoristas, lo cierto es que empresas de transporte buscan las maneras de abastecerse en estaciones minoristas porque es mucho más barato.

Barcos y costos

Como adelantó EconoJournal, YPF tenía tres barcos (dos de Gounvor y uno de BP) de gasoil que empezaron a descargar el viernes por la tarde una vez que se destrabó el conflicto entre la petrolera bajo control estatal y el BCRA, que no habilitaba los dólares para pagar esos cargamentos. Por su parte, Raízen cuenta con un buque de gasoil que descargará este fin de semana.

El viernes a la tarde la secretaria de Energía, Flavia Royón, se reunió con Pablo González, presidente de YPF, Marcos Bulgheroni, CEO de PAE Group (titular de Axion Energy), Martín Urdapilleta, gerente general de Puma (Trafigura), y Andrés Cavallari, director general de Raízen.

Luego de la reunión, el gobierno anunció la importación de 10 buques de combustibles para reforzar la oferta local, aunque vale aclarar que el número difundido por el Ejecutivo contempla dos de los cargamentos ya descargados. En total, YPF está a cargo de la adquisición de ocho de esos buques, mientras que Raízen y Trafigura importarán uno cada uno.

El costo de demora de cada uno de esos barcos es de US$ 40.000 por día. Eso quiere decir que esta semana, cuando en un momento coexistieron cuatro buques esperando en el Río de la Plata, el costo diario diario por demorar la descarga ascendió a US$ 160.000.

Refinadoras

Las refinadoras informaron este sábado que hay tres razones que explican la escasez de combustibles y las largas filas para cargar nafta.

1) niveles extraordinarios de demanda, especialmente en los últimos 15 días -fin de semana largo, elecciones donde se produce un pico de movilidad de personas, inicio de la siembra agrícola, entre otros.

2) una dependencia mayor a la habitual de importaciones de combustibles por paradas programadas en algunas refinerías.

3) y una sobredemanda generada por una expectativa de desabastecimiento.

Además, señalaron que “la infraestructura de producción y suministro de combustibles de la Argentina es robusta. Argentina produce petróleo crudo y biocombustibles en gran cantidad y tiene un parque refinador que alcanza para producir más del 80% de la demanda doméstica de naftas y diesel. Lo demás se importa, en mayor o menor medida, al ritmo de la actividad agrícola”.

“Hoy el sistema funciona con producción y transporte récord de crudo, refinerías a máxima carga -salvo dos que se encuentran transitando procesos de paradas técnicas totales o parciales por obras de ampliación y mantenimiento- lo cual es absolutamente habitual y necesario en nuestra actividad para el resguardo de personas, activos, calidad y volumen del producto. El crudo va a seguir fluyendo, las refinerías procesando, las importaciones entrando al país y la estructura logística se irá normalizando para el abastecimiento, considerando la gran dispersión geográfica del país”, concluyeron.

, Roberto Bellato