Ante los cambios en la matriz energética, la secretaria de Energía, Flavia Royon, exhortó a construir una transición asociada a un crecimiento inclusivo y afirmó que ese proceso “es una oportunidad para la Argentina, pero que debe ser llevado adelante en el interior del país de manera justa e inclusiva”.
En ese sentido explicó que desde la Secretaría “sostenemos como gobierno y como política pública que no hay una sola transición energética, sino muchas, y que esa transición debe ser llevada a cabo en la medida de nuestras capacidades, nuestros recursos, competencias y condicionantes. Por eso no vamos a importar un modelo, sino que debemos saber construir uno propio y adaptado a nuestra realidad”.
Al disertar en el Coloquio “Argentina en la Transición Energética Global”, organizado por el Centro Argentino de Ingenieros, Royon destacó que ese criterio está presente en los “Lineamientos y Escenarios para la Transición Energética a 2050”, la hoja de ruta elaborada por la Secretaría de Energía y publicada en julio último.
“Nuestra mirada es tomar la transición como motor del desarrollo, para generar trabajos de calidad en nuestro país, en cada una de las provincias”. Sobre este punto agregó que una peculiaridad de la transición para la Argentina radica en que “hoy tenemos tecnología disponible para que cada provincia aproveche las fortalezas y particularidades con las que cuenta a la hora de producir energía”.
Tras recordar que la Argentina “está en una posición de privilegio: tiene la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta reserva de petróleo no convencional”, la secretaria explicó que el cambio de matriz energética tal como se lleva adelante en el país implica la diversificación y participación de distintas energías.
Por ese mismo motivo consideró: “Argentina tiene todo para aprovechar las oportunidades que brinda la transición energética”, a lo que agregó: “Tenemos los mejores lugares para energía solar y eólica; una gran reputación, construida desde hace muchos años, en materia de energía nuclear. También la energía hidroeléctrica, donde hoy todavía tenemos proyectos para incorporar más de 20.000 megas”.
Además del gas natural, asociado a Vaca Muerta, la transición constituye una oportunidad para el desarrollo de actividades como la del hidrógeno y los minerales.
Sobre este punto Royon explicó que “al demandar muchos más minerales que los que demandan las tecnologías tradicionales, Argentina está en condiciones de consolidarse como segundo proveedor a nivel mundial hacia 2030 de mineral crítico como el litio”.
La Secretaria resaltó la posición del país en el escenario global, que la sitúa en condiciones favorables para capitalizar la diversidad de sus posibilidades energéticas: “Argentina es un país que no tiene conflictos políticos, y a pesar de estar atravesando una situación macroeconómica con ruidos, claramente tiene ventajas para constituirse en un proveedor energético seguro”.
Royon hizo hincapié en la necesidad de asistir al proceso de transición con acompañamiento financiero por parte de organismos multilaterales que “como el Banco Mundial, el BID o la CAF, pueden llevar adelante proyectos que fortalezcan y financien la transición energética argentina”.