Brasil aumentó su producción de petróleo 18% interanual hasta 3,51 millones de bpd.s egún datos de la ANP (Agencia Nacional de Petróleo). Hoy está por encima de los 4 millones de bad, cifra que impulsó al secretario general de la OPEP, Haithman al-Ghais a proponerle al país a ingresar a la organización.
En su intervención en la Conferencia dude Crudo, al-Ghais afirmó que la entente tiene siempre una “política de puertas abiertas” y destacó su reciente visita a Brasil.
“Brasil se ha convertido en uno de los mayores exportadores y ha dejado de comprar petróleo. Así que la puerta está abierta”, afirmó
Según la consultora WoodMac, se espera que las petroleras privadas brasileñas aumenten su producción un 75% de aquí a 2030. Al parecer Patrobrás aumentará su producción un 81% en ese mismo plazo, al tiempo que la petrolera comunicó que está dispuesta a invertir 78.000 millones de dólares entre 2022 y 2026 para aumentar su producción.
El rápido ascenso de Brasil en la industria petrolera hasta convertirse en un exportador importante no sólo lo convierte en un bocado tentador para la OPEP, sino que su falta de adhesión podría representar una amenaza para el grupo, ya que los principales productores contrarrestarían parte del poder de la OPEP para mantener el equilibrio de los mercados.
Sin embargo, se han barajado pocas ventajas para Brasil en su ingreso en la OPEP.
A principios de enero de 2020, el ministro de Energía de Brasil, Bento Albuquerque, rechazó entrar en la OPEP. “La idea es sólo aumentar nuestra producción y participar más en el mercado internacional de crudo y gas”, dijo.
El único beneficio sería que la entrada de Brasil en la OPEP añadiría fuerza al grupo y facilitaría el control del mercado, y Brasil formaría parte de ese grupo reforzado.