El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) viene impulsando una serie de iniciativas a favor del crecimiento y prosperidad de zonas rurales y vulnerables.

Desde la agencia USDA Rural Development apoya mejoras de infraestructura; desarrollo productivo y empresarial; acceso a internet, seguridad pública, atención médica, entre otros.

En Puerto Rico están vigentes muchos de sus programas. Entre ellos, Maximiliano J. Trujillo-Ortega, Director Estatal de USDA Rural Development para Puerto Rico, destacó aquellos préstamos y subvenciones para ayudar a ampliar las oportunidades económicas, crear empleos y mejorar la calidad de vida.

“Ahora mismo en Puerto Rico se han otorgado fondos para más de 40 proyectos este año, donde ha habido una inversión de más de 7 millones de dólares en donativo, pero una inversión total del sector privado en zonas rurales que excede los 21 millones”, precisó.

En concreto para el sector energético, Trujillo-Ortega mencionó a Energía Estratégica el Programa de Energía Rural para América (REAP, por sus siglas en inglés) que permanecerá abierto para los años fiscales 2023 y 2024, contemplando un primer periodo de solicitud desde el 31 de diciembre del 2023 al 31 de marzo del 2024, y posteriormente del 30 de junio del 2024 al 30 de septiembre del 2024.

“El REAP es reembolsable hasta el 50% del sistema de energía renovable hasta un máximo de un millón de dólares, o sea que el 50% restante del préstamo es donativo”, adelantó.

Y aclaró, que si bien la mayoría suele priorizar cubrir los costos de instalaciones de energía solar con almacenamiento, llamó a considerar otras tecnologías como la eólica de pequeña escala, hidroeléctrica por debajo de 30 MW, biomasa ( biodiesel y etanol, digestores anaeróbicos y combustibles sólidos), geotermia para generación eléctrica o uso directo y hasta hidrógeno, entre otros (ver).

“Nuestro programa de energía REAP se puede usar también para crear pequeños sistemas micro grids en Puerto Rico. Identificamos que no se están usando fondos de esa manera todavía y hay otros programas de refinanciamiento incluso que pueden ayudar a bajar los costos a entidades que quieren construir micro grids o crear sistemas de energía renovable en zonas rurales”, adicionó.

Consultado por Energía Estratégica sobre la implementación de un mecanismo para el acceso a los fondos, el director estatal de USDA Rural Development para Puerto Rico aclaró: “los fondos para el beneficiario provendrán directamente de la agencia federal, así que si un agricultor -por ejemplo- quiere tener un sistema de paneles solares y cualifica para mi programa, el préstamo va directamente de la agencia a la agricultor, no tiene que pasar por ningún otro lado”.

A través de un reciente comunicado, Trujillo-Ortega también explicó que no se trata de la única iniciativa y hay varias ventanas de oportunidad abiertas. Tal es el caso de otro programa que actualmente no se usa en Puerto Rico, el Programa de Ahorro de Energía Rural (RESP, por sus siglas en inglés) y que tiene gran potencial.

El RESP es un programa de préstamo para prestatarios elegibles que otorga préstamos a consumidores calificados para medidas de eficiencia energética (EE), ayudando a las familias y a las pequeñas empresas a lograr ahorros de costos.

En tal sentido, desde la oficina federal aclaran que un prestatario elegible del RESP puede ser una corporación, una organización sin fines de lucro, un organismo público, un municipio, una cooperativa, o hasta una asociación mutualista que proporcione un propósito compatible.

Al respecto, es preciso indicar que las medidas de EE incluyen sistemas de energía renovable dentro o fuera de la red, dispositivos permanentes de almacenamiento de energía, auditorías energéticas, mejoras de iluminación, mejoras en la eficiencia de HVAC y actualizaciones de electrodomésticos, siendo otras de las actividades elegibles la instalación de cargadores para vehículos eléctricos.

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