Olivier Waltzer se desempeña como Vicepresidente Regional para Latinoamérica de CTC Global, empresa que desarrolló la tecnología de conductores avanzados ACCC® de alta capacidad y alta eficiencia para líneas eléctricas aéreas.
Es por ello que conversó en exclusiva con Energía Estratégica y marcó el rol de tal tecnología en el camino de la descarbonización y la transición energética que atraviesa la región de LATAM.
¿Cómo la transición energética impacta a las redes eléctricas?
Existen muchas aristas a tomar en cuenta para alcanzar las metas de descarbonización, a nivel global debemos triplicar la capacidad instalada de generación renovable a 2030.
Sin embargo, en muchos países, el recurso eólico, solar o hídrico se encuentra lejos de los centros de consumo y por lo tanto se requiere desarrollar fuertemente el sistema de transmisión eléctrica. Es decir que sin transmisión eficiente no hay transición.
Además, los proyectos de ERNC, especialmente solar, tienen generalmente un tiempo de desarrollo y construcción muy inferior a los tiempos de desarrollo de las líneas de transmisión, lo que pone mucha presión al sistema eléctrico y dificulta grandemente la planeación.
Por otro lado, la transición energética requiere una electrificación importante de los consumos (electromovilidad, calefacción eléctrica con bombas de calor etc.), a la cual se suma en algunos países de la región un desarrollo muy fuerte de la generación distribuida, ambos factores involucrando también una necesidad de inversiones importantes en la red de distribución.
¿Qué son los conductores avanzados de alta capacidad y alta eficiencia? ¿Y cómo ayudan en el proceso?
Son conductores de alto desempeño para líneas aéreas de transmisión y distribución, que usan un núcleo composite en vez de los tradicionales conductores con alma de acero, lo cual trae los siguientes beneficios:
Dos veces más capacidad a mismo diámetro y peso comparando con un conductor tradicional
Disminución de 30% de las pérdidas eléctricas, a misma carga que un conductor tradicional
Flecha muy reducida en comparación con un conductor tradicional
Mayor resiliencia en caso de evento extremo (tormenta, incendio, huracán)
¿Cuáles son sus aplicaciones?
Son 2 principalmente. La primera, para los cuales los conductores avanzados se han usado desde hace 15 años en Latinoamérica, tiene que ver con repotenciación de líneas. Significa incrementar la capacidad de una línea congestionada, reemplazando el conductor tradicional por un conductor avanzado ACCC®.
Esto permite aliviar el problema de la congestión un tiempo muy corto (típicamente 12 meses), a un costo mucho menor al de construir una nueva línea, y sin impacto ambiental ni de servidumbre (se ocupa la misma infraestructura de torres existentes).
La segunda aplicación, que se está desarrollando mucho en los 3 últimos años a nivel mundial, es utilizar esta tecnología como un vector de eficiencia energética, permitiendo reducir las pérdidas de forma significativa para las nuevas líneas de transmisión, proveyendo además una reserva de capacidad a la nueva línea en caso de aumento futuro de la demanda, más resiliencia y robustez frente a eventos climáticos extremos.
Con ello también se reducen las emisiones de CO2 asociadas, con lo cual estos proyectos califican bajo los criterios de Green Finance o Climate Finance de los Bancos Multilaterales de Desarrollo, permitiendo un mejor acceso a la financiación multilateral y condiciones comerciales más favorables de crédito. O mismo se puede monetizar las reducciones de CO2 asociadas mediante la emisión de crédito carbono o mecanismos similares.
¿Cuáles son los principales obstáculos?
Si bien hay una concientización creciente en el sector de que las tecnologías de mejora de redes (Grid Enhancing Technologies) tienen un papel fundamental a jugar para habilitar la transición energética; y en el caso de los conductores avanzados podemos evidenciar varias barreras.
Respecto a la recapacitación de líneas, existen mercados donde no se reconoce el valor total de la inversión realizada por las empresas eléctricas, por falta de actualización de costos de referencia que incluyan a los conductores avanzados.
Por otro lado, en sistemas muy congestionados también existe la complejidad de desconectar la línea para realizar el cambio de conductor (aunque existen soluciones técnicas para trabajar con líneas energizadas). Mientras que para las nuevas redes, la barrera principal tiene que ver con la no valoración de la eficiencia energética que puede brindar los conductores avanzados en los modelos tradicionales usados en el sector de transmisión (no hay incentivos para reducir las perdidas).
Se acostumbra evaluar y adjudicar los proyectos en base al mínimo costo de implementación inicial y no al costo total del proyecto, además de no considerar otros beneficios que pueden ser más difíciles de valorar, como la resiliencia de la red, la reserva de capacidad o la reducción de emisiones.
Respecto a este último punto, las autoridades, reguladores y los Bancos de Desarrollo Multilaterales tienen un papel fundamental para habilitar esta tecnología, integrando por ejemplo un criterio de eficiencia (sea limitando las pérdidas, o favoreciendo tecnologías de menores pérdidas), o integrando un costo social de emisión de CO2 (Shadow Cost of Carbon), en la evaluación de las licitaciones.
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