El mercado eléctrico guatemalteco, a pesar de ser considerado de los más maduros de la región, enfrenta aún desafíos regulatorios que de ser resueltos podrían impulsar un mayor despliegue de energías renovables en el país.

Marcello Estrada, gerente de Regulación y Operación de Mercado en Electronova, la comercializadora de energía eléctrica del Grupo Progreso, ha destacado la necesidad de realizar determinadas actualizaciones regulatorias para aprovechar al máximo el potencial de este mercado.

«En el mercado eléctrico guatemalteco faltaría una revisión al concepto y cálculo de esa demanda firme, reglas para almacenamiento energético y fortalecimiento de las normas técnicas que regulan la calidad. Más allá de eso, la regulación del mercado es bastante abierta y permite la operación bastante eficiente de todas las energías renovables», señaló Marcello Estrada.

De acuerdo con el especialista en regulación y operación de mercado, el Administrador del Mercado Mayorista (AMM) ha estado trabajando en modificaciones normativas desde hace aproximadamente cuatro años; sin embargo, advirtió que algunas de estas modificaciones no han incorporado los valiosos aportes de los agentes del mercado y otras que sí lo han hecho han quedado detenidas en el AMM o el regulador, sin ser aprobadas.

En respuesta a aquello, Estrada propuso que se fomente una mayor participación de partes interesadas en la actualización del marco normativo a través de la formación de grupos de trabajo y mesas de discusión técnica para recoger los aportes de los agentes desde la concepción inicial.

¿Qué prioridades existirían? El referente de Electronova insistió en que uno de los principales puntos de enfoque es la revisión del concepto y cálculo de la demanda firme en el mercado eléctrico guatemalteco. Además, la necesidad de establecer reglas claras para el almacenamiento de energía y fortalecimiento de las normas técnicas que regulan la calidad de la energía.

En cuanto a la regulación de la demanda firme, Estrada indicó la necesidad de revisar el procedimiento actual, que a menudo resulta en contratos sobredimensionados para grandes usuarios generando sobrecostos y pérdidas de eficiencia.

«La demanda firme en Guatemala es la obligación que por norma tiene todos los grandes consumidores o grandes usuarios de contratar potencia. Desde hace más o menos 20 años que empezó a operar la normativa del mercado, existe un procedimiento para el cálculo de esa demanda firme que se tiene que contratar, que es un procedimiento que se separa mucho de la realidad del consumidor, este es un procedimiento que está enfocado mayormente en coincidir con la demanda de potencia del sistema como un todo, pero no toma en cuenta que el mayor impulso que tiene ese crecimiento de la demanda de potencia del sistema no lo dan los grandes consumidores, sino que lo dan las distribuidoras», consideró Estrada.

Y añadió: «Resulta que ese un método que no se adapta al consumo típico de cada industria. Entonces como es una obligación de contratación por un periodo mínimo de un año, muchos grandes usuarios quedan sobrecontratados de tal forma que muchas veces ni siquiera llegan a consumir la potencia que tienen respaldada en un contrato, lo que causa sobrecostos y pérdidas de deficiencia para los grandes usuarios».

Otro aspecto crucial es la regulación de los acumuladores o bancos de baterías, elementos clave para complementar las energías renovables intermitentes. Aunque el AMM está trabajando en propuestas para habilitar la regulación de estos bancos, Estrada subrayó la necesidad de agilizar la publicación de la propuesta para su desarrollo y aplicación efectiva.

El almacenamiento de energía mediante baterías también se presenta como una solución para mejorar la calidad de la energía en diversas áreas, incluyendo subestaciones y la red de distribución. Por lo que, el referente consultado sugiere que esta tecnología podría ser fundamental para garantizar una continuidad y calidad de energía adecuada para las industrias guatemaltecas, especialmente en áreas donde las redes de distribución han quedado obsoletas.

Finalmente, Estrada identificó la necesidad de actualizar las normas técnicas que regulan la calidad de la energía. De acuerdo con el referente de regulación y operación de mercado muchas de estas normas son antiguas y no responden a las necesidades actuales de los usuarios industriales y comerciales. Por ejemplo, interrupciones de menos de tres minutos no se consideran como una falta, lo que no incentiva a los distribuidores a corregir problemas en tiempo récord, lo cual es crucial para muchas industrias.

«La calidad de energía muy importante y entre más energía renovable de calidad exista en el mercado, los precios van a ser mejores para los comercializadores y va a haber más oportunidades de negocios», concluyó Marcello Estrada, gerente de Regulación y Operación de Mercado en Electronova.

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