Unos mil voluntarios trabajan desde el jueves para contener y limpiar un derrame de petróleo de un barco encallado en aguas del país caribeño Trinidad y Tobago, de 1.4 millones de habitantes, que generó una emergencia nacional por la llegada del hidrocarburo a playas y bosques de manglares, y que “no está bajo control”, dijo el primer ministro de ese país Keith Rowley.

Las autoridades pidieron la incorporación de tantos voluntarios como sea posible. La contaminante mancha de petróleo fluye desde un barco encallado, consignó AFP.

No obstante, el primer ministro admitió que las autoridades no tienen claro si la nave de unos 100 metros de eslora es un carguero o un petrolero, porque “sus características físicas identificativas están en aguas en las que no podemos penetrar por el momento”, explicó.

Además, Rowley señaló el domingo que la situación generada por la llegada del hidrocarburo a playas y bosques de manglares “no está bajo control”.

La Agencia de Manejo de Emergencias de Tobago (TEMA) informó que no había señales de vida en la embarcación volcada frente a las costas del Parque Ecoindustrial Cove, en el sur de Tobago, el pasado 7 de febrero.

La tripulación no hizo pedido de auxilio, precisaron, y aún se desconoce el origen del navío. Inicialmente se lo identificó bajo el nombre de “Gulfstream”, pero no se sabe aún cuál es su bandera ni su número IMO de la Organización Marítima Internacional (por la sigla IMO, que corresponde a la abreviatura en inglés de esta agencia de la ONU).

“Todavía no hemos sido capaces de identificar el barco”, subrayó el secretario jefe de la Cámara de la Asamblea de Tobago (THA), Farley Augustine.

Está previsto utilizar equipos especializados para identificar la estructura del barco y su contenido, que en principio se pensó que era arena y madera.

El primer vertido se halló a seis kilómetros de la costa de Stanley Park, y “derivó 15 kilómetros al oeste en una línea de 12 kilómetros de derrame de petróleo detectada en dirección al puerto de Scarborough” en Tobago, detalló Augustine durante una rueda de prensa el domingo.

Barreras de contención se extendieron alrededor de unos 15 kilómetros para permitir que otras embarcaciones puedan llegar al puerto de Scarborough, la capital de Tobago. Los buzos no lograron tapar la fuga del barco, añadió.

La agencia de gestión medioambiental identificó daños en el arrecife y playas de la costa atlántica, algo que además de vulnerar ecosistemas, afecta el turismo, actividad crucial para Tobago, isla gemela de Trinidad.

Complejos turísticos y hoteles de Tobago, como el estatal Magdalena Grand, resultaron afectados durante la temporada de Carnaval.

En medio de las tareas de limpieza y contención se organizaron grupos para atender posibles emergencias con la fauna marina.

“Todavía no hemos encontrado un número considerable de animales afectados”, concluyó Augustine.

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