Por Santiago Magrone

La UTE Represas Patagonia, que integran las empresas Gezhouba (China), y las locales Eling Energía, e Hidrocuyo, comunicó que se han frenado las obras de construcción de las dos centrales hidroeléctricas sobre el Río Santa Cruz -denominadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic- por “la falta de resolución de temas contractuales pendientes” por parte del gobierno nacional (temas precedentes a las nuevas autoridades de la estatal ENARSA).

“La resolución de los procesos contractuales pendientes, junto al nuevo programa de ejecución de obra viable -ya elaborado en conjunto con el comitente Energía Argentina-, permitirá continuar con la planificación exhaustiva de las actividades en obra”, señaló la UTE.

Pero nada parece indicar que la situación tienda a normalizarse, en un contexto de marcado desinterés de la Administración Milei por preservar relaciones políticas y económicas con China, argumentando diferencias ideológicas.

Represas Patagonia describió que, “desde Noviembre del 2023 se pausaron las actividades principales de obra por la falta de fondos destinados a la construcción, incluso a pesar de los continuos aportes extraordinarios otorgados por la UTE, especialmente de la casa matriz de China Gezohuba Group Company Limited”.

“En este contexto, que excede a la UTE y lamentando mucho la situación, se prescinde momentáneamente de parte del personal vinculado al proyecto. Mantendremos una dotación en las obras con mínima actividad para garantizar su continuidad”, puntualizó la UTE.

Así las cosas, Ingenieros y técnicos de Gezohuba a cargo de las obras en Santa Cruz se fueron de Argentina, en tanto que 1.800 trabajadores de la UTE, sobre un plantel total de 2.700, fueron despedidos en las últimas semanas.

Licitados y adjudicados los proyectos de las dos centrales en 2013, las obras arrancaron en 2014, demandaban una inversión total del orden de los 4.700 millones de dólares, y contarían con financiación de bancos de China.

Ya en 2016, durante la gestión presidencial de Mauricio Macri, tales proyectos se vieron cuestionados y ralentizados por ése gobierno. Hubo una modificación técnica de uno de ellos (Condor Cliff, aguas arriba) reduciendo el número de sus turbinas generadoras, y se firmó una primera Adenda al contrato original e incluso se reformuló la composición accionaria original en la UTE (en detrimento de Electroingeniería).

Con nuevos desembolsos desde China, se retomaron los trabajos, que continuaron durante la gestión de Alberto Fernandez, período en el cual también debieron encararse tratativas para una reformulación del crédito chino en curso. A la fecha, los desembolsos del crédito suman 1.850 millones de dólares.

En el arranque de las obras se estimó que las centrales estarían operativas en 2021. También afectadas por el período de la Pandemia, hoy el grado de avance de las obras se estima en el 25 % para Condor Cliff (Néstor Kirchner) que esta proyectada para contener 5 turbinas tipo Francis, con una potencia instalada de 950 MW, y del 40 por ciento en el caso de La Barrancosa (Jorge Cepernic, aguas abajo) que estará equipada con 3 turbinas tipo Kaplan y una potencia instalada de 360 MW.

Ahora, desde la UTE se describió que “el Estado nacional está cumplimentando las condiciones subsecuentes de la enmienda del crédito, necesarias para la continuidad de los desembolsos”.

“Resueltas estas situaciones se podrá comenzar a recuperar los puestos de trabajo, sumar nuevos y aumentar las actividades, acorde al programa de trabajo consensuado por las partes”. “Las proyecciones nos indican que para los próximos años habremos creado miles de nuevos puestos de trabajo en el proyecto hasta su finalización”.

Y desde la UTE se indicó ahora que “Seguimos trabajando con ENARSA y en comunicación con los gremios que agrupan los trabajadores, para resolver las dificultades, y recuperar de forma paulatina el ritmo de actividades. Entre todos vamos a alcanzar el objetivo común de concretar una obra tan importante para el futuro energético del país”.