En un país como Colombia donde la matriz es principalmente hidroeléctrica el fenómeno de El Niño complica ampliamente el suministro eléctrico.
El problema es que genera una situación de estrés en el mercado debido a la reducción de la oferta de energía por la ausencia de lluvias y el incremento de la demanda de energía por las altas temperaturas.
Si bien esta situación era de esperarse, especialistas argumentan que el gobierno no actuó a tiempo y ante los efectos de la crisis climática, emitió una serie de medidas transitorias de forma repentina que complican la planificación de los usuarios, sobre todo, industriales.
Uno de ellos, es Alejandro Lucio, director ejecutivo de Óptima Consultores quien en exclusiva con Energía Estratégica, brinda su visión sobre la coyuntura colombiana y propone a las autoridades gubernamentales cambios en el marco normativo para revertir la situación.
¿Qué opinión le merece las políticas adoptadas para dar respuesta al fenómeno de El Niño?
Las medidas son tardías y no van a lograr un efecto material en el corto plazo. Si bien en teoría buscan beneficiar al usuario, al final lo van afectar vía tarifa y vía consumo (a través de racionamiento declarado o penalidades por consumo superior al promedio).
Se está forzando una generación térmica a la vez que se espera mantener un precio de bolsa contenido. Esto puede contener el precio de bolsa en efecto, con un precio que da una falsa señal de suficiencia. Pero además, el costo de la generación térmica forzada lo va a pagar el usuario, ya no en el componente de generación de la tarifa, ahora en el componente de restricciones.
En busca de salvar la vida de un par de agentes comercializadores en problemas, se está castigando al usuario. Las medidas son improvisadas, desproporcionadas e injustas.
Se pidió desde hace mucho tiempo al gobierno, más de un año, que se incentivara el consumo responsable a través de programas de gestión de demandas e incentivo al ahorro. No se quiso hacer y se mantuvo un mensaje de suficiencia arrogante, incluso acusando a todos aquellos que hablamos de la necesidad de medidas tempranas de estar generando pánico.
Ahora, de un día para otro y con la posibilidad de racionamiento a la vuelta de la esquina se “patea el tablero”. Se amenaza al usuario, especialmente al industrial, con unas penalidades desbordadas por consumos superiores al promedio de un mes base. Eso es completamente improvisado y no tiene en cuenta que las industrias tienen una planeación de producción que no funciona con esa lógica. Las pérdidas pueden ser gigantescas.
Es llamativo lo poca energía renovable que conecta Colombia por año:¿por qué crees que se da esa situación? ¿Cuál es el verdadero inconveniente que hay para que se conecte potencia?
La poca energía renovable que se ha conectado es reflejo de los retos en el proceso de desarrollo de proyectos, permisología, conexión, pruebas, etc. Esto ha sido tortuoso. Esta es una realidad que dará vuelta en los próximos dos años. Al menos 1 GW de capacidad está en pruebas y cerca de entrar en operación comercial. Los proyectos en muchos casos llevan años de retrasos pero hay una capacidad importante que entrará en operación en los próximos dos años
¿Qué cambios regulatorios proponen para avanzar aún más con proyectos renovables?
Además de las reformas necesarias para agilizar los procesos de permisología, los retos hacía adelante en materia regulatoria estarán asociados a la operación de los proyectos.
Nuestro marco regulatorio requiere de una reforma integral, en el mercado de corto plazo (la bolsa de energía) y las reglas de despacho de las plantas, en el mercado de mediano plazo (contratos), y en el mercado de largo plazo (cargo por confiabilidad) .
Esta reforma integral es necesaria porque nuestro marco regulatorio se diseñó para una matriz hidrotérmica. La expansión será ahora renovable no convencional y se requiere ajustar la regulación del mercado para nivelar la cancha por un lado y para incorporar nuevas realidades en los mercados de corto, mediano y largo plazo, así como en la operación del sistema en el día a día.
Estas reformas ya están estudiadas y propuestas. Sin embargo, se han dilatado innecesariamente por discusiones de política pública y tarifarias. Lo que no se ha entendido es que estas reformas habilitan el cierre financiero y la operación de las plantas renovables, aumentando la competencia en los mercados y generando las eficiencias que deben redundar en tarifas más justas. Al contrario como se ha querido hacer.
Ya está bien de política pública, es hora de acelerar las reformas al mercado para garantizar que más proyectos entren en operación, que exista mayor competencia y que se garantice la suficiencia energética y confiabilidad futura y se logren tarifas justas.
En este contexto, ¿Crees que los 6 GW propuestos son una meta alcanzable o aun le falta mucho a Colombia para alcanzar ese objetivo?
Los 6 GW son logrables. La cantidad de proyectos en desarrollo durante los últimos 5 a 8 años estarán entrando en operación en los próximos dos años y vamos a llegar a mitad de camino de esos 6 GW probablemente en dos a tres años. Y hay una avalancha de proyectos con capacidad de conexión asignada que permiten ser optimistas para lograr esa meta.
La entrada Alejandro Lucio: “Las medidas de la CREG buscan salvar a los agentes comercializadores castigando al usuario” se publicó primero en Energía Estratégica.