La fuerte suba de las tarifas de gas residenciales acaparó la atención durante las últimas semanas, dejando en un segundo plano al incremento que deberán comenzar a afrontar comercios e industrias, el cual es sustancialmente mayor. La consultora Economía & Energía estimó que el aumento de la tarifa media nacional para esos usuarios osciló entre 318% y 1140%, según la categoría de consumo.
En un contexto de caída brusca de la demanda por la recesión económica, la suba de costos que provocarán las tarifas dejará contra las cuerdas a numerosas empresas. El presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, manifestó su preocupación por el impacto que viene provocando en los comercios la suba de la tarifa de la luz y anticipó que cuando lleguen las boletas del gas muchos no van a poder mantenerse a flote y deberán cerrar sus puertas.
Lo mismo afirmó el presidente del Centro de Panaderos de Merlo, Martín Pinto. “Una panadería que pagaba $150.000 de luz, en abril le llegó $370.000. Todavía falta que lleguen las boletas de gas. Con este ajuste, lamentablemente varios de los panaderos de la provincia de Buenos Aires estamos pensando en cerrar nuestras persianas”, señaló.
El impacto por categoría
Los usuarios SGP 1 son aquellos comercios y pequeñas industrias que consumen hasta 12.000 m3 anuales. Es equiparable con un usuario residencial. En base a los consumos medios y los cuadros tarifarios de cada distribuidora y subzona, Economía & Energía estimó que la tarifa media nacional pasó de $1554 a $19.272 por mes, un 1140%. Y debería haber llegado a 1279% en mayo si el ministro de Economía, Luis Caputo, no hubiese frenado la segunda tanta de aumentos.
En pesos constantes, deflactadas por el IPC Nacional del Indec y tomando una inflación estimada de 10,8% en abril, la suba real interanual en abril fue de 237%.
El incremento del Valor Agregado de Distribución (VAD) para los usuarios del servicio general es muy superior al de los usuarios residenciales, promediando el 1400% para los SGP1. Debido a ello, el VAD, que venía teniendo una incidencia en la tarifa del 48%, pasó a representar el 59% de la tarifa final, siendo el precio del gas apenas un 13%, el transporte un 4% y los distintos impuestos el 24% restante. Esa incidencia está calculada sobre el consumo medio de la categoría.
Para los usuarios SGP1 de Camuzzi Gas del Sur, en la Patagonia, la suba llega al 1337% porque hasta ahora pagaba un precio del gas inferior al del resto de las distribuidoras, pero a partir de abril todos los valores se alinearon.
El precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) para los usuarios SGP 1 y SGP2 era de 1,4 dólares por millón de BTU en mayo del año pasado, bajó a 0,4 dólares en marzo de este año por la combinación de congelamiento tarifario y suba del dólar y a partir de abril se disparó a 2,9 dólares.
Los que consumen más de 12.000 m3 anuales y hasta 108.000 m3 forma parte de la categoría SGP 2. Dentro de ese segmento, la tarifa media nacional pasó de $6690 a $60.172, un 799% más. A precios constantes, deflactada la inflación, el aumento real es del 145%. En el caso de Camuzzi Gas del Sur el incremento trepa al 1156% y estaba previsto que llegara en mayo al 1673%, aunque eso por ahora quedó sin efecto.
En porcentaje el impacto es menor en el caso de los SGP 3, que consumen más de 108.000 m3 anuales. En ese caso, la tarifa media nacional aumentó de $104.947 a $483.319, un 318%. En términos reales, en cambio, la mejora interanual fue de apenas un 14%.
Eso es porque ya venían pagando un precio del gas sustancialmente más alto. En mayo del año pasado el valor era de 3,6 dólares por millón de BTU. En marzo de este año había caído a 1 dólar por millón de BTU y desde abril trepó a 2,9 dólares.
, Redaccion EconoJournal