El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, recibió un importante respaldo del Partido Demócrata a una de sus decisiones más controvertidas en materia energética y de política exterior. Casi 75 diputados y senadores demócratas firmaron una carta en respaldo a la medida adoptada por el gobierno federal para suspender el otorgamiento de nuevos permisos de exportación de gas natural licuado (GNL). Se trata de un apoyo importante de cara a las elecciones presidenciales de este año, pero también configura una señal crecientemente inquietante para los países que apuestan al suministro estadounidense, debido al sesgo anti exportador que comienza a tomar forma en las filas del Partido Demócrata.
«Creemos que los hechos son claros: las exportaciones de GNL perjudican a los hogares y consumidores industriales estadounidenses«, dice la carta firmada por 12 senadores y 60 representantes de la cámara baja del Congreso, que fue remitida esta semana a la Casa Blanca. La misiva supone un respaldo importante para el presidente frente a los cuestionamientos que viene recibiendo de la industria petrolera, el Partido Republicano y desde el extranjero.
Por iniciativa de Biden, el Departamento de Energía (DOE) frenó temporalmente el otorgamiento de nuevos permisos de exportación de GNL, que son necesarios para exportar el gas a los países con los que EE.UU. no tiene firmado un acuerdo de libre comercio. Son países como Japón o los que integran la Unión Europea. Este factor explica porqué el tema generó tanto ruido en la industria y países aliados.
En marzo la secretaria de Energía, Jennifer Granholm explicó que la Ley Nacional de Gas obliga al gobierno a aprobar autorizaciones para proyectos de GNL si están dentro del interés público. «Hacemos un estudio periódico para determinar si las cosas han cambiado, qué es de interés público y cómo debemos avanzar«, explicó la secretaria en el CERAWeek en Houston. Granholm también aseguró que la suspensión terminaría dentro de un año y que no afecta a los proyectos que ya tienen su permiso de exportación aprobado.
Sesgo antiexportador
Al momento de anunciar la suspensión, la Casa Blanca enumeró varios motivos, pero la comunicación presidencial focalizó en el motivo ambiental. “Esta pausa en las nuevas aprobaciones de GNL ve a la crisis climática como lo que es: la amenaza existencial de nuestro tiempo”, dijo Biden en un comunicado en enero. Sin embargo, la carta firmada esta semana por los congresistas demócratas deja entrever que la discusión esta transitando más bien por otros carriles.
“Dado que nuestros aliados están bien abastecidos por las exportaciones existentes, estamos de acuerdo en que ahora es el momento de dar un paso atrás y examinar los impactos a largo plazo que las exportaciones adicionales de GNL de EE. UU. tendrán en los consumidores, las industrias y el ambiente”, explicaron los congresistas.
La carta agrega que “la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) concluyó que ‘el crecimiento continuo de las exportaciones netas, incluidas las de las instalaciones de exportación de gas natural licuado (GNL), ejercerá una presión adicional sobre los precios del gas natural’”.
Los congresistas también buscan incidir en la forma en que el Departamento de Energía evaluará si un proyecto cumple con el interés público. “La determinación de interés público del DOE para las exportaciones de GNL debería incluir una prueba de los efectos que las aprobaciones de exportación tendrán en los consumidores estadounidenses, particularmente en los hogares de bajos ingresos, cuya carga energética suele ser tres veces mayor”, señalaron.
Interés público
Actualmente EE.UU. cuenta con una capacidad de licuefacción de 14 bcf por día y hay proyectos en construcción por 12 bcf. El DOE también aprobó proyectos por otros 22 bcf que esperan por una decisión final de inversión. El gobierno aclaró en reiteradas ocasiones que ninguno de estos 48 bcf de capacidad de exportación están alcanzados por la suspensión de permisos.
En cambio, para cualquier otro proyecto que se presente en el futuro, se considerará si cumple con el interés público según una serie de factores. “El DOE inició una pausa temporal en las exportaciones de GNL para que nuestros laboratorios realicen una evaluación basada en datos sobre qué significan unas mayores expansiones en las exportaciones estadounidenses para nuestro clima, para la energía global, para la seguridad nacional y global de nuestros aliados y para los precios internos«, explicó Granholm en el CERAWeek.
Presiones
El respaldo del nutrido grupo de demócratas llega en un momento de fuertes presiones de la industria y del Partido Republicano para que la suspensión sea levantada. En abril los republicanos intentaron sin éxito incluir en un paquete de ayudas económicas a Israel, Ucrania y al Asia Pacífico (principalmente a Taiwan) algunos artículos que hubiesen limitado los poderes del Departamento de Energía sobre las autorizaciones de exportación de GNL.
Previamente, en febrero, más de 150 congresistas republicanos, encabezados por la presidenta del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Cathy McMorris Rodgers, enviaron una carta al presidente Biden criticándolo por la suspensión. “Esto es económica y estratégicamente peligroso e innecesario. Tanto bajo administraciones demócratas como republicanas, el DOE ha determinado sistemáticamente que las exportaciones de GNL de Estados Unidos sirven al ‘interés público’ porque aportan beneficios económicos positivos y fortalecen la seguridad energética del pueblo estadounidense, y también tienen el potencial de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, dijeron los republicanos.
Biden también recibe presiones de los demócratas en los estados en los que la industria del gas y el GNL pesa con fuerza. El caso central es el de Pennsylvania, el segundo estado productor de gas natural en los EE.UU. “Si esta decisión pone en riesgo los empleos energéticos de Pennsylvania, presionaremos a la Administración Biden para que revierta esta decisión”, declararon Bob Casey y John Fetterman, senadores demócratas por el estado. El tema es aún más relevante para los demócratas si se considera que Pennsylvania es un estado clave en todas las elecciones presidenciales por el número de representantes al colegio electoral que aporta. Donald Trump ganó allí en 2016 y Biden se impuso en 2020. La pelea electoral promete ser nuevamente reñida.
Un antecedente
No es la primera vez que en las filas demócratas expresan preocupación por las exportaciones de GNL. A principios de 2022, una decena de senadores firmaron una carta en la que pidieron a Biden que limitara las exportaciones de gas licuado para moderar los precios domésticos del gas natural.
Los contratos de gas natural en el NYMEX cotizaban a US$ 4 por MMBtu al momento de la publicación de esa carta. Pocos días después comenzó la invasión de Rusia a Ucrania, exacerbando aún más la demanda internacional de gas natural licuado, que ya venía en ascenso desde mediados de 2021. Este factor y otros de carácter domésticos llevaron a que el precio mayorista promedio del gas Henry Hub del año 2022 fuera de US$ 6,45 MMBtu, el precio más alto desde 2008 y un aumento de 53% en comparación con el precio promedio de 2021, según datos de la Administración de Información Energética (EIA).
Precios spot Henry Hub 2022 (EIA).
La situación de mercado hoy es exactamente la contraria. El gas esta cotizando a precios mayoristas de US$ 2 por MMBtu, más cerca del precio promedio de los años inmediatamente anteriores a la pandemia. Uno de los drivers de esta baja es el aumento del gas asociado con el crecimiento de la producción petrolera en Texas. EE.UU. esta registrando una producción récord de 13 millones de barriles diarios.
, Nicolás Deza