BP, PDVSA y la Compañía Nacional de Gas de Trinidad y Tobago apuran negociaciones para obtener una licencia venezolana para explotar yacimientos de gas natural en el Mar Caribe. El interés de las empresas es explotar el yacimiento de gas Cocuina-Manakin, en la frontera marítima entre Trinidad y Venezuela, que contiene alrededor de 1 billón de pies cúbicos de gas natural.
La intención de BP es utilizar el gas principalmente para abastecer el emblemático proyecto Atlantic LNG de Trinidad. Una parte menor de la producción iría a NGC para su uso en el sector petroquímico de Trinidad.
Trinidad es el mayor productor de GNL de América Latina y el segundo exportador mundial de metanol y amoníaco, pero sus industrias se han visto afectadas en los últimos cinco años por la escasez de gas natural. Atlantic LNG tiene capacidad para producir unos 15 millones de toneladas métricas anuales del gas superfrío.
La autorización estadounidense a Cocuina-Manakin es la segunda de Washington para proyectos energéticos entre Trinidad y Venezuela que considera clave para asegurar el gas a los mercados internacionales.
A principios del año pasado, el Departamento del Tesoro estadounidense concedió una licencia previa a Shell para desarrollar el yacimiento de gas Dragon en Venezuela. El proyecto, cuya infraestructura fue parcialmente construida por Venezuela pero sigue parada, podría comenzar a producir gas a finales del próximo año.
Se espera que el gas de ambos proyectos se convierta en GNL en Trinidad para su exportación a las naciones caribeñas vecinas, según han declarado funcionarios venezolanos y trinitenses.