El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, visitó el Centro Atómico Ezeiza con motivo de la instalación del tanque reflector en el reactor RA-10, que será el reactor productor de radioisótopos más grande de América Latina y uno de los más modernos del mundo.

El funcionario se interiorizó sobre los principales aspectos de este proyecto en ejecución desde hace varios años y con un importante grado de avance. El recorrido de las instalaciones fue junto a autoridades nacionales, de la CNEA, y representantes de las empresas del sector nuclear. Estuvieron el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; y el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle.

El tanque reflector instalado días atrás es el componente más complejo del reactor. El RA-10 garantizará que la Argentina se autoabastezca de radioisótopos, principal insumo de la medicina nuclear y de amplia aplicación en la industria y el agro.

Además, abrirá una atractiva ventana de exportación, ya que -en operación conjunta con la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión -puede abastecer un 20 % de la demanda mundial de radioisótopos y generar exportaciones estimadas en U$S 90 millones anuales.

Por otra parte, el reactor RA-10 permitirá ofrecer al mercado mundial otros productos comerciales de alto valor agregado, como el silicio dopado (un insumo crítico para la transición energética), y el servicio de irradiación de barras combustibles de reactores de potencia.

En el plano científico, se posiciona como el principal actor regional en I&D en neutrones térmicos y de bajas temperaturas y, por los laboratorios que tendrá asociados, se convertirá en un complejo de ciencia y tecnología único en la región, que abrirá un nuevo horizonte en el sistema científico-tecnológico nacional.

Con la operatoria del RA-10, nuestro país se ubicará en el tope de los desarrollos de este tipo de reactores, siguiendo una línea de evolución tecnológica cuya referencia inmediata es el Proyecto OPAL, el moderno reactor de producción de radioisótopos que Argentina -a través de INVAP- construyó para Australia en 2007.

Guillermo Francos destacó que “nuestro país siempre ha sido distinguido entre aquellos con capacidad nuclear en el mundo” y afirmó que este reactor “es un avance importante para el desarrollo y el crecimiento de la ciencia”.