Arpel (la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe) emitió un documento luego de deliberar acerca de “Transiciones Energéticas Justas” en la región.

Al respecto la entidad sostuvo que “Hablar de una transición energética justa para la región implica reconocer la urgencia de promover iniciativas para mitigar el cambio climático dentro de una trayectoria que considere los impactos sociales y económicos en comunidades en vías de desarrollo, con un alto porcentaje de desempleo, desigualdad y pobreza energética”. El documento fue elaborado por profesionales de TGN, Petrobras, EP Petroecuador, OCP Ecuador, S&P Global, Pan American Energy, Petroperú, Staatsolie y Geopark.

Los propios co-autores del White Paper fueron quienes expusieron los mensajes clave y las principales conclusiones durante un webinar de lanzamiento realizado a comienzos de setiembre, en el que dieron a conocer el consenso de las empresas socias de Arpel acerca del significado que tiene el aspecto de justicia para el sector en nuestra región.

“Nuestro objetivo es abrir el diálogo sobre este tema, sus desafíos y oportunidades, y construir caminos de desarrollo de la región en un entorno de negocios competitivo”, expresaron los autores.

“Comprendemos la complejidad de las transiciones energéticas y somos conscientes de que requieren una transformación del mundo real que afecta a todas las comunidades y naciones”, sostienen. Y agregan que: “Debemos respetar el legítimo derecho de las naciones en desarrollo a utilizar sus recursos de hidrocarburos de manera responsable, mientras trabajan en sus prioridades de desarrollo social y económico”.

El webinar de lanzamiento contó con la participación de Claudio Moreno, Jefe de Responsabilidad Social de TGN; Patricia Marques, Especialista en Cambio Climático de Petrobras; Lorena Bracho, Coordinadora de Eficiencia Energética de EP Petroecuador; Hugo Cuenca, Especialista del Sistema de Gestión Energética de OCP Ecuador, y Rodrigo Vaz, Director de Upstream de S&P Global. La moderación estuvo a cargo de Josefina Ibarra, Líder de Asuntos Públicos de YPF.

PAPEL DEL GAS NATURAL EN LA REGIÓN

Al ver la proyección de demanda de energía y crecimiento de la población al 2050, América Latina y el Caribe necesitan un aumento en el suministro de energía segura, asequible y preferentemente limpia, para permitir su creciente industrialización y satisfacer las necesidades básicas de su creciente población.

En cuanto al peso de la región en las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (8,1 %), es proporcional a lo que representa su población en el total mundial (8,4 %), se destacó.

Sobre este punto, los autores sostienen que la región está dotada de un gran potencial de recursos energéticos renovables; en la actualidad, estos representan el 33 % del suministro total de energía de la región, frente al 13 % a nivel mundial.

En el documento se expresa que el gas natural puede complementar la introducción de nuevas energías en el camino de reducción de las emisiones de GEI.

“Nuestra región cuenta con esta fuente de energía en abundancia, representando una gran oportunidad en su utilización con tecnologías adecuadas y altos estándares operativos, como fuente de energía para la industria, el transporte y un complemento muy confiable para una matriz energética con un alto porcentaje de renovables”, señala Arpel.

“Si a las energías renovables existentes le sumamos el potencial del gas natural de la región, se llega al 86 % de la energía disponible, aportando significativamente al proceso de transición y siendo la energía que compense la intermitencia de las renovables y reemplace una parte de las energías convencionales”, dijo Hugo Cuenca de OCP Ecuador.

En línea con el desarrollo del gas natural en la región, Claudio Moreno de TGN de Argentina hizo referencia al proyecto público-privado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, (construído en su Etapa 1, restando la Etapa 2) el cual permitirá transportar el gas natural extraído en Vaca Muerta, reservorio que además va a generar la posibilidad de proveer GNL al mundo.

DESCARBONIZACIÓN Y DIVERSIFICACIÓN DEL SECTOR DE PETRÓLEO Y GAS

En relación a las energías renovables, América Latina tiene el potencial de aumentar su capacidad de energía solar y eólica a escala comercial en más de un 460 % para 2030 si los 319 gigavatios (GW) de nuevos proyectos potenciales en la región entran en funcionamiento, según un informe de Global Energy Monitor de 2023.

“Aunque históricamente las empresas de petróleo y gas han estado vinculadas a combustibles fósiles, muchas de estas empresas están comenzando a diversificar sus actividades hacia fuentes de energía renovable, tecnologías de captura de carbono y eficiencia energética. Su capacidad para invertir en investigación y desarrollo, junto con su infraestructura global, permiten liderar iniciativas que promuevan un suministro de energía más sostenible”, dijo Lorena Bracho de EP Petroecuador.

El documento expresa que las transiciones energéticas pueden crear más de 1 millón de nuevos puestos de trabajo en suministro de energía al 2030, especialmente en el sector eléctrico y en la minería y el procesamiento de minerales críticos, así como en los sectores de petróleo y gas a medida que la región aumente su producción.

Asimismo se destaca que si bien la transición energética presenta oportunidades para la creación de empleo en sectores de energías más limpias, también requiere un cambio en las capacidades de la fuerza laboral que debe evolucionar de forma integrada con otros dos frentes de trabajo: el desarrollo tecnológico y el desarrollo de proveedores.

Patricia Marques, de Petrobras, destacó la revisión de la política de responsabilidad social de la compañía a la luz de la transición justa, contemplando el objetivo de promover la reducción de la pobreza energética y favorecer el desarrollo sostenible. “Con un principio de atención total a las personas, incluye lineamientos para el diálogo inclusivo y las relaciones responsables con las comunidades afectadas por nuestro negocio”, detalló.

Por su parte, Rodrigo Vaz de S&P Global destacó la necesidad de una colaboración estrecha entre gobiernos, comunidades y el sector privado para lograr una transición energética justa. Citó como ejemplo la implementación de marcos regulatorios claros que fomenten la inversión en energías bajas en carbono, como es el caso de Brasil con el almacenamiento de carbono, el hidrógeno verde y la eólica offshore.

Desde el punto de vista del sector privado, Vaz señaló que hay empresas listas para invertir en energías limpias pero que, sin embargo, aún enfrentan muchos desafíos en el acceso al financiamiento y en temas de licenciamiento ambiental.