Como ya había anticipado Energía Estratégica, luego de ser tratada en reiteradas sesiones del Congreso Permanente, el pasado 23 de marzo del presente año, la presidenta de la república, Dina Boluarte, oficializó la aprobación de la ley del fomento al hidrógeno verde en Perú (Ley N° 31992), a través de su publicación en el Diario El Peruano.
Esta normativa recae en los proyectos de le ley 3267, 3272 y 4374, y tiene como objetivo fomentar la investigación, el desarrollo, la producción, la transformación, el almacenamiento, el acondicionamiento, el transporte, la distribución, la comercialización, la exportación y el uso del hidrógeno verde como combustible y como vector energético en el país.
Tras lograr semejante hito a nivel nacional, la Cámara Peruano-Alemana (AHK Perú) llevó adelante un encuentro titulado “Hidrógeno verde en la industria” en donde expertos del sector compartieron los beneficios, desafíos y experiencias del vector energético en la región.
Uno de ellos fue Juan Antonio Gutiérrez, asesor técnico de la Asociación Peruana de Hidrógeno (H2 PERÚ), quien explicó cuál es la estrategia más adecuada para impulsar este vector energético en el país.
En efecto, durante el encuentro se le preguntó si Perú debería atender primero la demanda interna o si debe enfocar sus esfuerzos en la exportación de hidrógeno verde.
Ante el interrogante el experto fue tajante y destacó: “Teniendo en cuenta los compromisos de descarbonización asumidos en el acuerdo de París, la prioridad debería ser la demanda interna en el Perú y luego una vez satisfecho ese mercado, podríamos empezar a pensar en exportar” .
Y agregó: “Lo más importante es descarbonizar la industria propia. Aunque Perú ha avanzado en el tema, aún tiene un buen margen de maniobras para adoptar en pos de diversificar su matriz energética”.
En este sentido, aseguró que desde H2 Perú siempre apoyarán en primera instancia la instalación de proyectos locales de menor escala (desde 5 MW a 40 MW) que permitan descarbonizar industrias o procesos productivos, y al mismo tiempo, aprender de la tecnología con un riesgo muy contenido a la inversión.
De acuerdo a Gutiérrez, la exportación de hidrógeno es una oportunidad más “a largo plazo” ya que primero se requiere desarrollar la industria lo cual implica altos costos de infraestructura.
“Aunque Perú tiene un alto potencial para ser exportador de hidrógeno renovable por su ubicación geográfica y sus relaciones comerciales fuertes con países como Japón y Alemania que plantean una adopción agresiva del vector energético y sus derivados, esto se dará en un periodo de largo plazo”, advirtió.
E insistió: “Esto apenas empieza: recién estamos germinando la semilla. El primer paso es generar la confianza de los inversores a partir de proyectos pilotos exitosos. El hidrógeno es un vector que crecerá en los siguientes 15 o 20 años. Aunque será una realidad, aún tenemos mucho trabajo por hacer”.
La minería como principal consumidor de hidrógeno verde
Si bien reconoció que aún no es competitivo aplicar este vector energético en ciertos sectores, augura que será una opción viable para el sector minero en el mediano plazo.
“El hidrógeno verde se volverá más costo efectivo sobre todo en la minería. H2 Perú siempre ha visto a la minería como un potencial sector líder para la utilización de hidrógeno por múltiples razones”, señaló.
Según el experto, se trata de un sector intensivo que requiere altos volúmenes de energía, opera en forma constante y ofrece un ecosistema variado.
“La minería puede crear hubs de hidrógeno o centros de demanda. Se puede utilizar para los explosivos y para la movilidad tanto del personal que va a la mina en autobuses como a través de camiones mineros que consumen actualmente entre 3 y 4 mil litros de diesel”, concluyó.
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