La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) realizaron Webinar titulado Perspectivas para la Energía Nuclear en América Latina y el Caribe. Se consideró el papel de la energía nuclear en la descarbonización de las matrices energéticas de la región y se hizo hincapié en las tendencias internacionales y el potencial de los Reactores Modulares Pequeños (SMRs, por sus siglas en inglés).
En la apertura del encuentro participaron Rafael Mariano Grossi, Director General del OIEA, y Andrés Rebolledo, Secretario Ejecutivo de OLADE, quienes destacaron la relevancia de la energía nuclear para acelerar la transición hacia energías limpias en la región.
También estuvieron Thiago Barral, Secretario Nacional de Transición Energética y Planeamiento de Brasil, y Daniel Álvarez, Director General de Energía, Hidrocarburos y Minas de El Salvador.
Rafael Grossi subrayó la importancia de la energía nuclear en la matriz energética global, destacando su potencial en América Latina y el Caribe. Indicó que actualmente operan 415 reactores nucleares en 31 países, con una capacidad de alrededor de 374 GW, que proveen el 25 % de la producción eléctrica de baja emisión de carbono a nivel global.
En América Latina (Argentina, Brasil y México) operan 7 reactores con una capacidad conjunta de 5 GW.
Grossi resaltó que las proyecciones del Organismo que dirige prevén un alza de la capacidad nuclear instalada por 2.5 veces para el 2050, y que en América Latina y el Caribe, la expansión tendrá que ver tanto con la extensión de vida de las plantas existentes, como con el desarrollo de nuevos proyectos.
Asimismo, destacó que los SMRs son el futuro en muchas regiones, con desarrollos en marcha en EE. UU., China, Rusia y Corea del Sur, y con países como El Salvador explorando su implementación.
Thiago Barral señaló el compromiso de Brasil en la transición energética y destacó la energía nuclear como clave para una matriz resiliente. Mencionó la extensión de la vida útil de Angra 1, la reactivación de Angra 3 y el interés en los SMRs.
Además, Brasil se posiciona como un actor relevante en la producción de uranio y apoya la creación de un foro regional para la planificación energética en América Latina y el Caribe.
Por su parte, Daniel Álvarez destacó la oportunidad para El Salvador en la adopción de la energía nuclear, impulsada por la necesidad de diversificar su matriz energética y enfrentar desafíos como las sequías y las fluctuaciones de los precios de combustibles.
Mencionó el apoyo internacional recibido y un plan para construir un reactor nuclear para 2030, capacitando a 400 especialistas. Subrayó la importancia de reducir los costos energéticos para atraer inversión y mejorar servicios como el sector salud mediante el uso de radioisótopos.
Andrés Rebolledo enfatizó el renovado interés en la energía nuclear en la región. Señaló los avances tecnológicos que abordan las preocupaciones de seguridad y resaltó la relevancia de la energía nuclear en un contexto de seguridad y soberanía energética.
Además, valoró el liderazgo de América Latina y el Caribe en energías limpias y la necesidad de diversificar sus fuentes energéticas, considerando la energía nuclear como una opción adicional importante para el futuro.
OLADE y OIEA destacaron la importancia de la cooperación técnica y el desarrollo de capacidades, infraestructura y el financiamiento como elementos clave para avanzar en las transiciones energéticas limpias, subrayando el papel estratégico que los SMRs pueden desempeñar en América Latina y el Caribe.