En respuesta a la advertencia emitida por CAMMESA sobre la situación del suministro eléctrico durante el próximo verano y la preocupación expresada por muchos de nuestros clientes, consideramos importante informar sobre los riesgos potenciales y las medidas previstas para afrontar el posible aumento de la demanda. Si bien el escenario presenta ciertos desafíos, se están implementando mecanismos y planes de contingencia que buscan mitigar el impacto en el sistema eléctrico.

DIFICULTADES ENERGETICAS ACTUALES

Según el gobierno, la situación energética en Argentina enfrenta dificultades debido a décadas de insuficiente inversión, políticas que distorsionaron los precios y una red de transporte sobrecargada, especialmente en el AMBA. El crecimiento sostenido de la demanda, con picos que superan la capacidad de generación, ha incrementado la necesidad de importar energía o reducir las reservas operativas.

PROYECCIONES DE DEMANDA Y RIESGOS

CAMMESA prevé que la demanda máxima del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) supere los 30.000 MW (el verano pasado se alcanzó un máximo de 29.650 MW). A partir de un estudio estadístico, CAMMESA determinó que la probabilidad de abastecer el pico máximo con la capacidad instalada disponible es del 82%. Sin embargo, si se incluye una oferta adicional de 2.500 MW, esta probabilidad asciende al 96%. Es importante destacar que los principales problemas podrían ocurrir entre la semana 9 y 10 de 2025, del 27 de febrero al 12 de marzo.

La proyección de un récord de calor en la próxima temporada se combina con una baja de la generación hidráulica y la salida de operaciones de Atucha 1 por mantenimiento.

MEDIDAS DE CONTINGENCIA

Para resolver este inconveniente, el gobierno ha implementado un Plan de Contingencia con las siguientes medidas:

Generación de energía:

    • Se importará energía de países limítrofes en momentos críticos.
    • Se establecerá un esquema de remuneración adicional para incentivar la disponibilidad de generación térmica durante los meses de mayor demanda.

Transporte de energía:

    • Se promoverán inversiones en la red de transporte de energía.
    • Se creará un esquema de disponibilidad preventiva para contar con transformadores de reserva en los nodos críticos.

Distribución de energía:

    • Las empresas distribuidoras deberán presentar un programa de contingencias para evitar fallos mayores y asegurar el correcto funcionamiento de la red.
    • Se incentivará la generación móvil para asistir en los momentos de alta demanda.

Gestión de la demanda:

    • Se implementará un programa voluntario para los Grandes Usuarios Mayores (GUMAS), que permitirá reducir la carga en momentos críticos, incentivando la disminución del consumo a cambio de remuneraciones.

Con respecto a este ultimo punto, esta diseñado para los Grandes Usuarios Mayores (GUMAS) con requerimientos de potencia superiores a 10 MW. El sistema permite a los GUMAS realizar ofertas para reducir su carga eléctrica durante períodos críticos, a cambio de una remuneración.

Los GUMAS pueden presentar ofertas especificando la cantidad de reducción de demanda que están dispuestos a realizar, el precio propuesto en USD/MWh (con un precio máximo establecido de USD 350/MWh), y las horas en las que se comprometen a disminuir su consumo, con un máximo de 8 horas diarias.

Por último, fuentes del gobierno aseguraron que “nadie está pensando en cortes programados. Quédense tranquilos, eso no va a ocurrir”. Los cortes con importación no tienen por qué existir; pueden ser episódicos, pero si se trabaja desde ahora en garantizar la importación de energía no debería haber grandes inconvenientes durante el próximo verano.

 

 

Fuentes: Elaboración Propia y notas de La Nación, Infobae, Informe programación estacional provisoria de CAMMESA.