El establecimiento de una política nacional clara que priorice el hidrógeno como un elemento clave en la transición energética de México, así como el diseño de un marco regulatorio sólido, atraería inversiones a gran escala en la industria del hidrógeno, revela el estudio Estrategia Industrial de Hidrógeno Limpio para México, elaborado por la consultora EMR para la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Movilidad Sostenible (AMH2).
Dicho documento, presentado hoy por Israel Hurtado, presidente de la AMH2, identifica barreras significativas y oportunidades para desarrollar una economía de hidrógeno en el país.
Entre los principales desafíos señala la existencia de pocos incentivos específicos para proyectos de hidrógeno, lo que limita el interés de los inversores.
Durante la presentación de este documento, Israel Hurtado señaló que para seguir avanzando más en el desarrollo de la industria del hidrógeno en México se requieren políticas y regulaciones claras, inversión en investigación y desarrollo, así como una Política de Estado en materia de hidrógeno limpio.
“México no tiene una estrategia nacional de hidrógeno, usualmente es convocada desde los gobiernos, pero nosotros hoy damos un paso hacia adelante y presentamos esta Estrategia Industrial de Hidrógeno, desde el punto de vista industrial, desde el punto de vista de las empresas y desde el punto de vista de la Asociación”, precisó Hurtado.
El estudio también menciona obstáculos como políticas fiscales inadecuadas y la falta de normas establecidas para la producción, transporte y almacenamiento de hidrógeno limpio.
“Abordar estos desafíos es crucial para garantizar la escalabilidad segura y eficiente de la infraestructura de hidrógeno limpio en México”, menciona el estudio.
No obstante, dicho documento destaca que nuestro país tiene oportunidades significativas para emerger como líder en la producción de hidrógeno verde.
Explica que los abundantes recursos de energía renovable del país, especialmente en energía solar, eólica y geotérmica, ofrecen una gran ventaja, por lo que aprovechando estos recursos, México tiene el potencial de producir hidrógeno verde competitivo, tanto para el consumo interno como para la exportación.
Además, señala, la infraestructura de gas natural existente, como gasoductos e instalaciones de almacenamiento, puede reutilizarse para el transporte y distribución de hidrógeno, lo que reduce los costos iniciales de inversión.
El estudio también destaca el potencial del hidrógeno para desempeñar un papel clave en la descarbonización industrial, particularmente en sectores como la refinación de petróleo, la producción de cemento y la fabricación de acero.
Refiere que integrar el hidrógeno en estas industrias de alta emisión no solo reduciría la huella de carbono de México, sino que también aumentaría la eficiencia energética y promovería la seguridad energética al diversificar la matriz energética del país.
La Estrategia Industrial de Hidrógeno para México resalta que el desarrollo de una economía de hidrógeno en México genera importantes oportunidades laborales que abarcan toda la cadena de valor del hidrógeno, desde la producción y logística, hasta la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Además, expone que la ubicación estratégica de México como exportador de hidrógeno verde hacia América del Norte y Europa lo posiciona como un jugador crucial en el mercado global de hidrógeno.
El documento subraya que para capitalizar las oportunidades que existen en la industria del hidrógeno, es necesario establecer una Política Nacional de Hidrógeno, ya que resulta esencial contar con un marco regulatorio claro y coherente para guiar las inversiones, estandarizar los procedimientos y garantizar el desarrollo seguro de proyectos.
Así mismo, se requiere desarrollar incentivos y regulaciones, para lo cual el Gobierno debe implementar incentivos fiscales, tales como exenciones de impuestos, incentivos y subsidios, para fomentar la inversión privada en proyectos de hidrógeno.
Además, es vital desarrollar normas de seguridad y estándares técnicos robustos para asegurar el éxito a largo plazo de la industria.
Otro de los factores que el estudio señala como prioridad es fomentar asociaciones público-privadas, toda vez que las colaboraciones entre gobierno y actores de la industria son necesarias para impulsar la innovación, los avances tecnológicos y el desarrollo de infraestructura.
También menciona que México debe seguir construyendo asociaciones con países como Dinamarca, para beneficiarse del intercambio de conocimientos, la transferencia de tecnología y las oportunidades de financiamiento. Esto también posiciona a México como un actor clave en la cadena de suministro global de hidrógeno verde.
El documento destaca como una gran área de oportunidad la capacitación técnica requerida para diseñar, implementar y mantener los sistemas de hidrógeno, y el contar con una infraestructura adecuada y modernizada para el almacenamiento y transporte de este vector energético.
“México posee un alto potencial para la producción de hidrógeno verde, por lo que actualmente 16 proyectos en diferentes etapas de desarrollo se están abriendo espacio, impulsados por la necesidad de reducir las emisiones de carbono y con inversiones estimadas en 20 mil millones de dólares.
“Además, existen 20 iniciativas de proyectos piloto en diversas regiones del país para la producción, consumo y exportación de hidrógeno limpio y sus derivados para diferentes usos y aplicaciones, como el transporte pesado y la descarbonización industrial”, destaca el estudio.
La AMH2 estima que la industria del hidrógeno limpio podría generar inversiones por 60 mil millones de dólares durante los próximos 20 años.
Durante el evento también estuvieron presentes el diputado César Rendón; José Luis Sánchez, consultor de ERM; Dieter Femfert, vicepresidente de la AMH2; Renata Herrera, secretaria del Consejo de la AMH2; Mads Knudsen, de la Embajada de Dinamarca en México; y Manuel Tamayo, tesorero de la AMH2.
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