Donald Trump volverá a ser el presidente de los Estados Unidos. El ex mandatario logró una victoria contundente sobre la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, con resultados estatales que le garantizan al Partido Republicano recuperar el control del Senado. La película electoral aún no termina ya que faltan los resultados finales en algunos distritos, pero la fotografía de este miércoles por la mañana indica que Trump vuelve una vez más a la presidencia por su victoria en Pennsylvania, el segundo estado productor de gas natural de los EE.UU. y centro neurálgico de los bloqueos legales y políticos contra la construcción de nuevos gasoductos.
Las elecciones en Estados Unidos se rigen por el sistema de Colegio Electoral, en el que cada estado aporta al candidato ganador un número de delegados. El candidato del Partido Republicano superó el piso necesario de 270 delegados para alzarse con la victoria presidencial, cosechando hasta ahora unos 276 delegados. El estado de Pennsylvania, con los 19 delegados que aporta al ganador, volvió a jugar un papel clave; Trump ganó allí en 2016 y lo perdió en 2020. El ex presidente esta cosechando una diferencia de tres puntos sobre Harris con más del 95% de los votos escrutados.
«Esta es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande. Y además de haber ganado los estados disputados de Carolina del Norte, me encantan estos lugares. Georgia, Pennsylvania y Wisconsin. Ahora estamos ganando en Michigan, Arizona y Alaska, lo que nos daría como resultado al menos 315 votos electorales«, dijo Trump en su discurso de victoria.
Marcellus y su potencial bloqueado
Pennsylvania se transformó en los últimos 15 años en el segundo estado productor de gas natural de los EE.UU. gracias a la explotación en Marcellus, la principal formación de shale gas del país. No obstante, la producción se estancó los últimos cuatro años debido a los bloqueos políticos y legales a la construcción de nuevos gasoductos en los estados que conforman la región de Appalachia en el noreste.
Texas es el principal estado productor de gas, representando el 25% de la producción nacional en 2023, mientras que Pennsylvania lo secunda con el 17% de la producción. Pero Marcellus es la principal formación productora de gas del país si se suman las producciones en Ohio, West Virginia y Pennsylvania.
La oposición de grupos ambientalistas y de algunos estados a nuevos proyectos de gasoductos frenó el crecimiento de la producción y suministro de gas natural en la región de Appalachia, donde la producción de gas natural no ha aumentado desde finales de 2020.
Los resultados en los estados productores de hidrocarburos indican que las posiciones de Trump y Harris en materia de energía tuvieron alguna incidencia. El presidente electo apoya sin titubeos el crecimiento de la infraestructura y de la producción de hidrocarburos. En cambio, la candidata demócrata nunca encontró el equilibrio buscado entre respaldar la producción de hidrocarburos y mantener satisfecha a los sectores y donantes más ambientalistas que apoyan al partido.
Una parte de esa búsqueda fallida del Partido Demócrata se explica con una paradoja. El boom del shale gas comenzó con Barack Obama, quien además firmó el decreto que habilitó las exportaciones de gas natural licuado (GNL) en EE.UU. Pero el partido nunca capitalizó la revolución del gas no convencional, al punto tal que la administración Biden decidió este año suspender el otorgamiento de nuevos permisos de exportación de GNL.
El Departamento de Energía argumenta que la Ley Nacional de Gas obliga al gobierno a otorgar autorizaciones para proyectos de GNL si están dentro del interés público. La ley también indica que los criterios para definir el interés público deben ser actualizados. Trump dijo que le pondría fin a la pausa y reiniciaría las aprobaciones inmediatamente después de asumir el cargo.
, Nicolás Deza