La banca en México se encuentra preparada para participar activamente en el financiamiento de nuevos proyectos de generación eléctrica, según Arturo Carranza, director de proyectos de energía en Akza Advisors.
Este interés resurge a partir del Estrategia Nacional del Sector Eléctrico anunciado por el Gobierno, que plantea un escenario favorable, pero con aún desafíos. “Hay un interés claro por financiar proyectos”, señala Carranza.
Según estimaciones del propio gobierno, durante este sexenio se permitiría al sector privado adicionar entre 6,400 MW y 9,550 MW de capacidad renovable. Esta meta al 2030, combinada con una planeación sólida, representa una oportunidad única para impulsar la generación eléctrica limpia.
“En verdad, hay un apetito significativo por financiar nuevos proyectos de generación que complementen los planes gubernamentales”, indica Carranza. Sin embargo, enfatiza que el éxito dependerá de garantizar un entorno regulatorio claro tanto para inversionistas nacionales como internacionales.
El consultor resalta que el modelo de Project Finance se perfila como la alternativa más atractiva para financiar estas iniciativas. Explica que la banca mexicana está bien capitalizada y percibe grandes oportunidades en el sector. “Hay capital suficiente y la banca muestra disposición para financiar proyectos, especialmente aquellos que permiten garantizar la disponibilidad de energía”, afirma.
Además, menciona el interés del Gobierno por facilitar la participación privada mediante proyectos de menor escala. “La posibilidad de desarrollar y ejecutar proyectos de hasta 20 MW sin necesidad de permisos representa una oportunidad significativa para inversionistas y bancos”, detalla. Este enfoque, combinado con un crecimiento sostenido de la demanda eléctrica, podría detonar inversiones relevantes en generación eléctrica.
Entre los principales retos, destaca la definición del reparto de mercado entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y los privados, así como la operación del Mercado Eléctrico Mayorista. “Es fundamental entender cómo se materializará la prevalencia de la CFE con el 54% de la generación, dejando el 46% al sector privado”, agrega. Asimismo, Carranza identifica incertidumbres legales que preocupan a inversionistas y entidades financieras, entre ellas, la reforma judicial propuesta.
Certeza en el horizonte: reglamentación y nuevas leyes
Aunque las perspectivas son positivas, Carranza destaca que los próximos pasos dependen de la reglamentación de los cambios constitucionales. “La presidenta ya anunció que la presentación de las propuestas para reglamentar estos cambios se realizará en febrero, durante el nuevo periodo de sesiones del Congreso. Esto será crucial para analizar las particularidades del mercado eléctrico”, puntualiza.
El especialista subraya que estas modificaciones implicarán cambios significativos en el marco legal del sector energético. “En la reforma de 2013, se crearon 21 leyes nuevas y 25 reglamentos en torno a los cambios constitucionales. Ahora podríamos esperar algo similar”, explica. Estas actualizaciones definirán la relación entre los planes del Gobierno y la participación del sector privado.
Retos en transmisión eléctrica
El interés financiero actual se centra en proyectos de generación y Carranza observa un desafío en atraer financiamiento para la transmisión. “Las instituciones financieras no están tan cómodas financiando contratos de obra pública, que esta administración está utilizando para modernizar las redes eléctricas”, aclara.
Este enfoque limitado podría dificultar la integración de nuevos proyectos de generación, esenciales para el cumplimiento de metas de transición energética. En ese sentido, Carranza considera crucial destrabar el financiamiento en transmisión eléctrica además del financiamiento para generación.
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