La Secretaría de Energía, que dirige María Tettamanti, está dinamizando una agenda de temas diversos entre los que figura una novedad absoluta en el sector eléctrico: la instalación, por primera vez en la Argentina, de baterías de almacenamiento para reforzar el sistema de generación de energía. El área energética del gobierno, que responde al viceministro Daniel González, está preparando una licitación con el objetivo de montar baterías por unos 500 megawatt (MW) de potencia en la red eléctrica del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Así lo aseguraron a EconoJournal fuentes privadas y gubernamentales.
La iniciativa incluye una segunda novedad: si bien está previsto que la compulsa la realice Cammesa, la empresa mixta que se encarga del despacho de energía, el offtaker (es decir, el comprador) del almacenamiento estará en cabeza de Edenor y Edesur, las dos distribuidoras que operan en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Cammesa tendrá un rol como garante en última instancia de los contratos, pero por decisión del gobierno ya no será el offtaker —como sucedió en los últimos 20 años con distintos licitaciones para ampliar el parque de generación eléctrica (resoluciones 220/2007, 21/2016, 287/2017 y RenovAr, entre otras)—, sino que se buscará que el proceso para instalar baterías sea la punta de lanza para propiciar la recontractualización entre privados (distribuidoras y generadores) a fin de reconstituir el funcionamiento del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
El subsecretario de Energía Eléctrica, Damián Sanfilippo, técnicos de Cammesa y funcionarios de otras dependencias del Estado están redactando el pliego licitatorio y el modelo de contrato con la intención de lanzar oficialmente la compulsa en enero de 2025. Se contratarán baterías con capacidad de almacenar energía por cuatro horas de consumo. Restan definir, sin embargo, algunos puntos importantes como cuál será el precio máximo de la energía —que se remunerará por la potencia instalada en términos de dólares por MW-mes— que se incorporará en el pliego y dónde estarán instaladas las unidades de almacenamiento. Está definido que será en el AMBA, porque es la región con mayor debilidad estructural para cubrir los picos de demanda eléctrica en el verano, pero aún no está consensuado con Edenor y Edesur en qué subestaciones de 33 kilovolt (kV) o dónde estarán montadas las baterías. Para repagar la instalación de las unidades de almacenamiento, se buscará cumplir con el principio de pass through, de manera tal que las distribuidoras no ganen ni pierdan dinero por la instalación de baterías en sus redes. Eso implicaría la creación de un cargo diferencial para cubrir los costos de operatoria que se desprendan de la licitación que llevará adelante Cammesa.
Ventajas
El gobierno de Javiern Milei se inclinó por avanzar primero con una licitación para instalar baterías para luego, dentro del primer semestre de 2025, fijar los lineamientos para que a medida que se cumplan algunos hitos para avanzar con la apertura del MEM (como por ejemplo la liberación de la compra de combustibles para los generadores), los privados puedan acordar por su cuenta la instalación de nuevas centrales térmicas y de energías renovables.
Las baterías cuentan, además, con algunas ventajas adicionales como la velocidad en la instalación —las unidades de almacenamiento podrían estar disponibles en 12 o 18 meses, mientras que las centrales térmicas demandan más de 24 meses— y una mayor facilidad para conseguir la aprobación medioambiental de los proyectos, dado que no existe contaminación sonora ni de emisiones. Además, ocupan menos espacio que una usina y pueden estar instaladas en contenedores en múltiples lugares como por ejemplo parques industriales sin interferir la vida urbana.
, Nicolas Gandini
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