Donald Trump ha prometido una serie de acciones centradas en limitar el cobro de impuestos en los Estados Unidos. Algunos de los recortes fiscales incluyen la reducción de la tasa de impuestos corporativos al 15%, exenciones del seguro social y la modificación o eliminación de créditos fiscales, entre otros. 

De materializarse estas promesas, especialistas estiman que el gobierno de Trump estaría perdiendo cerca de 10.5 billones de dólares en recaudos en la próxima década, que tendrían que ser obtenidos de otras fuentes, como los aranceles sobre las importaciones. 

Ante ello, las tensiones comerciales internacionales van en aumento con la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el próximo lunes 20 de enero del 2025. El presidente electo ha anticipado que un posible aumento de aranceles podría ser de hasta un 10% para productos provenientes de naciones vecinas como Canadá y México y hasta un 60% para aquellos importados desde China.

Aquellos ajustes, aún pendientes de implementación, ya están sembrando incertidumbre en varias industrias, entre ellas en el sector de la energía solar, cuyas cadenas de suministro dependen en gran medida de productos fabricados en el mercado asiático.

En Puerto Rico, los suplidores del sector eléctrico están evaluando cómo estos incrementos en los aranceles afectarán los precios de los componentes fotovoltaicos importados. Jemaris Martes, especialista en Desarrollo de Negocios en energías renovables de Glenn International, comentó en una entrevista con Energía Estratégica:

«Estamos preparándonos para dos escenarios: uno en el que el curso actual se mantiene y otro más severo, donde las promesas del presidente Trump sobre aranceles y tarifas impactan la industria de energía limpia renovable».

Jemaris Martes destacó que, en el peor de los casos,con unaimposición de aranceles adicionales que podrían llegar al 50% o 60% como potenciales cambios a las políticas detalladas en el IRA, en total podría reducir la cantidad de proyectos de energía renovable en Estados Unidos hasta en un 30% en la próxima década. Estas predicciones, basadas en un análisis realizado por Wood Mackenzie, afectarían  gravemente a Puerto Rico, donde el costo nivelado de energía (LCOE) de proyectos de energía renovable a gran escala ya es superior a las cifras que se encuentran en la América continental.

Además, Martes señaló que, aunque algunos distribuidores y fabricantes están considerando aumentar sus inventarios para anticiparse a los aranceles, Glenn International ha optado por una estrategia más cautelosa. «No estamos generando ‘sobre-stock’ porque hemos visto que algunos aranceles podrían aplicarse retroactivamente. Estamos educándonos de lo que está pasando en el mercado y no nos apresuramos porque sabemos que pueden haber sorpresas», afirmó.

La administración de Trump también ha dado señales de adoptar políticas proteccionistas, lo que podría afectar la importación de equipos fotovoltaicos y otros componentes clave para la industria de la energía renovable. 

De acuerdo con la especialista, las nuevas instalaciones de manufactura en Estados Unidos para paneles y celdas no serían suficientes para abastecer la demanda proyectada para la próxima década, por lo que algunos desarrolladores tendrían que pagar un sobreprecio por traer productos con altos impuestos.

Aquello no sería todo. Estos aranceles no solo afectarían a las importaciones de paneles solares, sino también a las baterías, un componente crucial en la transición energética. 

Según información que pudo relevar Jemaris Martes las tarifas para las baterías de litio provenientes de China podrían aumentar del 7.5% al 25% a partir de 2026, lo que afectaría el costo de los sistemas de almacenamiento de energía, aumentando los precios hasta en un 10% para ese año.

Ahora bien, a pesar de la incertidumbre generada por las políticas comerciales de la administración entrante, el mercado renovable en Puerto Rico no se detiene en estas instancias previas al cambio de gobierno.

“Nosotros estamos trabajando muy de cerca con la mayoría de los los desarrolladores de RFP tranche 1, hemos seguido cómo se han ido aprobando poco a poco los préstamos de la Oficina de Programas de Préstamos (LPO) del Departamento de Energía (DOE), estamos esperanzados de que la mayoría sino todos los proyectos que comenzaron el proceso del LPO logren aprobación antes de que hayan cambios de mandato drásticos.

Por lo tanto, esperamos que por lo menos para mediados del 2025  haya claridad con respecto a qué desarrolladores y contratistas van a poder moverse hacia adelante con sus obras . Nosotros esperamos oficializar acuerdos y ser partícipes del suplido de equipos, material, y servicios de logística para que Puerto Rico avance en su transición hacia energías renovables”, concluyó Jemaris Martes, especialista en Desarrollo de Negocios en energías renovables de Glenn International.

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