Guatemala se prepara para la Licitación PEG-5, aquella que promete ser la más grande y sostenible de la historia, al requerir en el orden de 1200 MW o más (a definirse en las bases) provenientes de fuentes bajas en carbono.  

Según anticipan los Términos de Referencia (TDR) aprobados por la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), se podrá competir por contratos de Diferencia con Curva de Carga, Opción de Compra de Energía y Energía Generada, de hasta 15 años para centrales nuevas y de hasta 5 años consecutivos para centrales existentes. 

Aquello ha despertado el interés de diversos actores del mercado, quienes observan retos y oportunidades alrededor de este proceso competitivo que se espera que sea lanzado durante este año 2025 para cubrir los requerimientos de las distribuidoras reguladas (el 60% del total de la  demanda nacional) a partir del 2030. 

El ingeniero José Germán Obiols Noval, director de Industria Energética Asociada (IEA), considera que este proceso representa un esfuerzo integral y ambicioso que destaca por incorporar tanto tecnologías renovables como generación termoeléctrica, equilibrando confiabilidad con reducción de emisiones. 

“En términos generales, la PEG-5 busca establecer las bases de un sistema energético más  robusto, eficiente y sostenible. Su diseño promueve una participación más equilibrada de plantas existentes y nuevas, optimizando costos y mitigando riesgos sociales asociados con proyectos de gran escala”, valoró el referente de la IEA

Dicho aquello, su balance preliminar es positivo, pero el ingeniero Obiols Noval observa que su éxito dependerá de una implementación efectiva y del fortalecimiento de la red de transmisión, aspecto crítico para soportar el crecimiento  proyectado. 

Para una competencia óptima entre tecnologías, el director del gremio que representa a los generadores termoeléctricos de Guatemala puso a consideración que la confiabilidad y estabilidad que brindan sus asociados en escenarios  de alta demanda o baja disponibilidad de renovables debe contemplarse además de la complementariedad de sistemas de almacenamiento que brindan a las renovables variables.

De allí, sería fundamental diseñar bloques que permitan la competencia en términos de  desarrollo, costos y confiabilidad, garantizando que ninguna tecnología quede en  desventaja, así como diseñar mecanismos de contratación que prioricen la flexibilidad y permitan a las renovables con almacenamiento competir  eficazmente con las térmicas.  

¿Qué mejoras se pudieran implementar? A partir de la experiencia de la Licitación PEG-4, el portavoz de la IEA, identifica varias áreas clave para fortalecer el  mecanismo de adjudicación y asegurar mejores resultados. En exclusiva para Energía Estratégica, se refirió a: 

Fortalecer la confiabilidad del sistema mediante una mayor diversificación tecnológica: Es  fundamental garantizar que la competencia incluya tanto plantas existentes como nuevas.  Esto permite aprovechar la capacidad instalada que puede suministrar energía de forma  inmediata, reduciendo el riesgo de desabastecimiento a corto plazo, evitando que sigan  desinstalándose plantas existentes eficientes y por ende necesarias para el sistema que no  pueden rentabilizar su operación. Adicionalmente, incorporar nuevas tecnologías de  generación, tanto renovables como no renovables . 

Diseñar un proceso de adjudicación que priorice la viabilidad y rapidez de ejecución: La PEG-5 debe priorizar proyectos que ofrezcan plazos más cortos de construcción y puesta  en marcha, especialmente para contribuir y reducir el déficit de suministro esperado para  el período 2025 y 2030. Esto requiere criterios de evaluación que contemplen tiempos de  desarrollo y capacidad de suministro de energía en el período crítico, como por ejemplo la  conversión tecnológica de plantas existentes. 

Optimizar la asignación de volúmenes contratados para cumplir con las reservas: Es esencial asegurar la contratación de volúmenes suficientes para cumplir con todas las  necesidades de reservas, conforme al marco normativo vigente. Esto fortalecerá la  confiabilidad del sistema y permitirá responder eficazmente ante eventos críticos de corta  y larga duración. 

Impulsar la competitividad y la eficiencia económica: Permitir la participación de plantas  existentes en igualdad de condiciones con las nuevas reducirá los costos generales de  contratación para los usuarios que están servidos por las empresas distribuidoras. Las plantas existentes, al estar operativas, ofrecen precios más competitivos y complementan  la instalación de nuevas plantas, mitigando el riesgo de su entrada en operación. Esto  también permitirá reducir el subsidio indirecto que los usuarios de las distribuidoras hacen  a los usuarios que no son atendidos por estas. 

Mitigar el impacto en las tarifas: Incorporar plantas existentes, tanto renovables como no  renovables, puede reducir hasta el 100% del impacto estimado en las tarifas de los usuarios  de las empresas distribuidoras. Este enfoque asegura una transición energética equilibrada  sin comprometer la competitividad económica del país. 

Simplificar procesos regulatorios y administrativos: Simplificar y agilizar los trámites de  licencias, permisos y derechos de vía, así como resolver temas relacionados con estudios de  impacto ambiental y acceso a infraestructura de transmisión, será fundamental para  garantizar la pronta ejecución de los proyectos adjudicados.  

Desde la óptica de IEA, estas mejoras contribuirán a que la PEG-5 sea más eficiente, competitiva y alineada con los objetivos de garantizar sostenibilidad y confiabilidad a la demanda de las empresas  distribuidoras y del sistema eléctrico.

 

¿Canibalización de precios y especuladores adjudicados? Desterrando los mitos de las subastas inversas en potencia y energía

La entrada IEA identifica puntos de mejora para la licitación más grande y sostenible de Guatemala se publicó primero en Energía Estratégica.