El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó el 20 de enero de 2025 una orden ejecutiva para retirar nuevamente al país del Acuerdo de París sobre cambio climático. Esta acción, que marca su segunda retirada del pacto internacional tras haber hecho lo mismo en su primer mandato (2017-2021), ha generado una ola de críticas por parte de expertos y organizaciones ambientalistas.
El Acuerdo de París, adoptado en 2015 durante la conferencia de la ONU sobre cambio climático (COP21), busca limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C sobre los niveles preindustriales, o mantenerlo muy por debajo de los 2 °C. La salida de Estados Unidos del tratado podría obstaculizar los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático, según advierten los especialistas.
En un comunicado, Bob Ward, director de políticas del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la London School of Economics, expresó su preocupación: “La decisión de Trump es extremadamente decepcionante. Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero y su retirada debilita la acción climática en un momento crucial”. Según el experto, los incendios forestales y huracanes que han golpeado a EE.UU. en los últimos años podrían agravarse debido a la falta de regulaciones y compromisos climáticos.
El argumento de la administración Trump
La orden ejecutiva firmada por Trump -algo así como un decreto de necesidad y urgencia- instruye al embajador de Estados Unidos ante la ONU a presentar una notificación formal de salida del Acuerdo de París. En el documento, la administración justifica su decisión argumentando que el tratado “no refleja los valores de EE.UU. ni su contribución económica y ambiental”, y que “desvía el dinero de los contribuyentes estadounidenses hacia países que no requieren ni merecen asistencia financiera”.
Las ordenes ejecutivas permiten a un presidente tomar decisiones sin necesidad de pasar por el Congreso, pero pueden ser revocadas por un futuro mandatario o impugnadas en los tribunales.
Reacciones y críticas
La comunidad científica y ambientalistas han calificado la medida como “irresponsable”. La física climática Anna Cabré, consultora de investigación de la Universidad de Pensilvania, señaló que “Estados Unidos es uno de los mayores emisores de carbono y tiene la responsabilidad de liderar el esfuerzo global, no de dar un paso atrás”.
Por su parte, Rachel Cleetus, directora de políticas de la Unión de Científicos Preocupados, alertó sobre el impacto humano y económico de la decisión. “Estamos viendo sequías, tormentas más intensas, inundaciones y un aumento acelerado del nivel del mar. La retirada de EE.UU. no hará sino empeorar la situación”.
Organizaciones como Climate Power han advertido que la salida del acuerdo debilita la capacidad de EE.UU. para influir en las negociaciones internacionales sobre cambio climático. Según sus estimaciones, alcanzar los objetivos del Acuerdo de París “podría salvar un millón de vidas al año para 2050”
Perspectivas futuras
La decisión de Trump también podría afectar la política climática global. Se espera que en la próxima cumbre climática de la ONU en Brasil, programada para noviembre, los países miembro presenten compromisos más ambiciosos. Sin embargo, la retirada de EE.UU. podría desalentar a otras naciones a cumplir sus objetivos climáticos.
A medida que los efectos del cambio climático se hacen más evidentes, la decisión de Trump pone en jaque el liderazgo de Estados Unidos en la lucha ambiental. La incertidumbre sobre el futuro de la política climática del país podría depender de las próximas elecciones y de la posibilidad de una reversión de esta decisión en el futuro.
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