
La Inteligencia Artificial (IA) está dejando de ser una promesa para convertirse en motor de transformación. El 80% de las empresas en la región la consideran una de sus tres principales prioridades estratégicas, por encima del promedio global del 75%, según el nuevo estudio titulado AI Radar 2025 de la consultora Boston Consulting Group (BCG).
El informe, que está basado en la opinión de más de 1.800 ejecutivos en 19 mercados y 12 industrias, muestra que una de cada tres compañías a nivel mundial planea destinar más de 25 millones de dólares a la IA este año. Sin embargo, aunque la inversión crece, solo el 25% de las compañías reporta haber obtenido un valor significativo de sus iniciativas de IA, 26% en el caso de Sudamérica.
«Las corporaciones que han logrado capitalizar la IA no son necesariamente las que más invierten, sino las que saben hacia dónde dirigir sus esfuerzos. El reto no es gastar más, sino enfocarse en los casos de uso adecuados, escalarlos con rapidez y medir su impacto», explicó Julián Herman, managing director & partner de BCG.

Inversión en IA
Las compañías que lograron mayores avances respecto a la implementación de la IA destinan más del 80% de su inversión a transformar procesos clave y desarrollar nuevas soluciones, en lugar de dispersarla en múltiples iniciativas de menor impacto.
A su vez, el análisis demuestra que las empresas con menor madurez tecnológica intentan abordar más casos de uso al mismo tiempo, y esto termina por diluir los resultados. En promedio, las compañías líderes priorizan 3.5 casos de uso estratégicos, mientras que otras llegan a gestionar hasta 6.1 iniciativas en paralelo sin obtener el mismo impacto.
Pese al crecimiento en adopción de IA, la sostenibilidad sigue siendo un tema pendiente. El 85% de las empresas sudamericanas no prioriza soluciones energéticamente eficientes al seleccionar proveedores de IA, siete puntos porcentuales por encima de la media global del 78%, según detalla el estudio de BCG.
Otro problema es la falta de indicadores financieros claros. El 65% de las empresas sudamericanas (el 60% a nivel global) no monitorean KPIs financieros (métricas que miden el rendimiento financiero de una empresa de forma concisa y directa) para medir el retorno de la IA, lo que dificulta traducir las inversiones en valor tangible.
Agentes autónomos: el próximo gran salto en IA
Más allá de la automatización tradicional, los llamados agentes autónomos comienzan a captar la atención de las empresas. Estos sistemas, diseñados para tomar decisiones y ejecutar tareas con mínima intervención humana, ya forman parte de la estrategia de IA del 67% de los ejecutivos encuestados, 61% de los sudamericanos. Aunque su despliegue sigue en etapas iniciales, su adopción podría marcar un punto de inflexión en la manera en que las empresas operan y optimizan sus procesos.
El desafío del talento
Si bien la automatización despierta inquietudes sobre el empleo, la mayoría de las empresas apuesta por la adaptación en lugar del reemplazo. Solo el 7% de los ejecutivos a nivel global prevé una reducción en su plantilla debido a la IA, siendo los sudamericanos los que esperan un impacto mayor. El 14% señaló que espera una disminución de personal.
En cambio, el 68% de los encuestados de todo el mundo espera mantener su equipo actual, enfocándose en mejorar la productividad y capacitar a su personal en nuevas habilidades digitales, el 60% en el caso de la región.
Del análisis se desprende que sólo el 20% de las empresas regionales ha capacitado a más de una cuarta parte de su fuerza laboral en IA y GenAI, lo que sugiere que aún falta preparación para maximizar el potencial de estas tecnologías. A nivel global el promedio es del 29% y en el caso de Asia-Pacífico, región que lidera este aspecto, es del 34%.
«No basta con comprar la mejor tecnología. Para que la IA genere un impacto real, las empresas deben transformar su cultura organizacional, capacitar a sus equipos y medir los resultados de manera disciplinada», precisó Herman.

Retos pendientes: seguridad, regulación y control
El crecimiento de la IA también trae consigo nuevos desafíos. Los principales riesgos identificados por los líderes empresariales incluyen la privacidad y seguridad de datos (66%, 74% en Sudamérica), la falta de control o comprensión de las decisiones de IA (48%, 44% con respecto a los encuestados en la región) y los obstáculos regulatorios (44%, 41% para los ejecutivos sudamericanos).
Además, la ciberseguridad sigue siendo un punto crítico: el 76% de los ejecutivos a nivel global reconoce que sus medidas de protección en IA requieren mejoras, 79% en el caso de la región.
“El interés por sí solo no es suficiente. Para que la inteligencia artificial sea una tecnología transformadora para las empresas de Sudamérica, es clave que estas adopten un enfoque estratégico y orientado a resultados”, concluyó el managing director y socio de BCG.
, Redaccion EconoJournal
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