Paraguay podría ver limitado su crecimiento económico y sufrir cortes frecuentes de luz si no se construyen centrales termoeléctricas a gas natural antes de 2030. La advertencia surge de un reporte publicado esta semana por la Unión Industrial del Paraguay (UIP). El diagnóstico también es compartido por la cartera energética del gobierno de Santiago Peña, que impulsa la construcción de un gasoducto que conecte a la Argentina, Paraguay y Brasil. También están bajo análisis otros posibles ductos dedicados a generación eléctrica con gas argentino, indicaron desde la cartera energética ante una consulta de EconoJournal.

El Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial del Paraguay (UIP) publicó un informe sobre el panorama de la generación y demanda eléctricas. La UIP resaltó que la demanda de potencia y el consumo de elecricidad en el país en los últimos años superaron los pronósticos de la Administración Nacional de Energía Eléctrica (ANDE) debido al fuerte crecimiento de la economía.

La ANDE había proyectado para el período 2019-2030 un escenario medio de moderado crecimiento industrial de 5,3% del PBI por año. Sobre esa proyección, se estimó un crecimiento de la demanda máxima de potencia eléctrica de 6,6% anual y de 6,8% anual en la demanda de electricidad.

Sin embargo, las proyecciones fueron superadas. Por ejemplo, el año pasado el consumo de electricidad fue de 26.143 GWh, superando la previsión de 24.725 GWh. La demanda máxima de potencia también superó la prevista.

Hacia adelante, la UIP advirtió que la demanda eléctrica será mayor que la oferta disponible, desencadenando un escenario crítico de escasez eléctrica entre 2030 y 2035. Si esto sucediese, se estima que Paraguay perdería alrededor de un 60% de su potencial de crecimiento económico. «Si no se toman decisiones urgentes, nos encaminamos hacia una situación donde la energía será el principal cuello de botella del desarrollo nacional», advirtió en el reporte.

Generación a gas natural

Frente a ese escenario de déficit eléctrico, la entidad gremial industrial paraguaya subrayó que la opción más factible de corto plazo es la generación termoeléctrica con gas natural importado por gasoductos. Consultado por EconoJournal, el viceministro de Minas y Energía del Paraguay, Mauricio Bejarano, coincidió con la lectura de la UIP.

«De tener en los últimos 20 años aproximadamente un crecimiento promedio en la demanda eléctrica del 7% anual, el pasado año se disparó al 20%. Con el deseo de seguir creciendo macroeconómicamente y microeconómicamente de la manera que viene haciendo Paraguay y con un plan más ambicioso aún, realmente las provisiones o la falta de generación va a hacer que tengamos que recurrir a las térmicas para poder acompañar este crecimiento«, dijo Bejarano.

Por ese motivo, Paraguay empuja la construcción de un gasoducto para importar gas de Vaca Muerta y también exportarlo al Brasil. «La idea principal que tenemos con el gasoducto bioceánico es la introducción de moléculas para convertirlas en electricidad. Esa es una prioridad y, por otro lado, hay otros posibles ductos que pueden venir para generación térmica«, dijo el viceministro.

«Existe la posibilidad de cruzar el río y conectar con el GNEA (gasoducto del Noreste), en Formosa. Eso podría tener un impacto rápido, de bajo costo, y que podría ya estar convirtiéndose las moléculas en electrones y proveniendo sobre todo a partir de 2029 en las puntas nocturnas», se explayó el titular de la cartera energética.

La generación a gas también es vista como el complemento indispensable para la generación fotovoltaica. «Deseamos acompañar a la alternativa que vamos a ir poniendo, especialmente la solar fotovoltaica. Otro incentivo que tenemos con el gasoducto bioceánico es que la exploración de nuestro gas natural se incentive a partir de la apertura de un mercado como el brasilero», concluyó Bejarano.

, Nicolás Deza