Para ampliar unos 10 GW la capacidad instalada de energías renovables en Argentina, se requeriría iniciar la construcción de un gran volumen de proyectos eólicos y solares estratégicos en los próximos cinco años. 

Una traba que detiene aquel crecimiento es el espacio disponible para despachar electricidad en las redes de transmisión. Este tema aqueja a los desarrolladores e inversores de estos proyectos de generación en el país. 

En el marco de «Encuentros Federales de las Energías Renovables en Argentina», el evento que organiza periódicamente la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), referentes provinciales de Cuyo consideraron necesario atender aquella problemática.

De acuerdo con Emilio Guiñazu, subsecretario de Energía y Minería de Mendoza y Víctor Doña, presidente de Energía Provincial del Estado (EPSE) de San Juan, para encontrar una respuesta sería clave revisar el estado de los proyectos adjudicados en RenovAr y MATER que no han cumplido hitos exigidos en los contratos. 

“Entendiendo el cuello de botella que es la red, lo que hay que hacer es dilucidar a través de una investigación –que supongo que se debe estar haciendo– qué proyectos quieren seguir y cuáles no seguirán”, introdujo el titular de EPSE.   

“El Gobierno nacional tiene aceptar que hubo un cambio de situación, entender lo que hace falta para separar la paja del trigo (…) ver cómo dotar de herramientas a los proyectos con reales intenciones de avanzar y dar una salida elegante a los proyectos que no pueden seguir en cumplimiento de la ley y los contratos”, agregó el subsecretario de Energía y Minería mendocino. 

De allí, recuperar las reservas no aprovechadas por algunos jugadores que incumplieron sus contratos y no seguirán con los proyectos, permitirá volver a poner a disposición del mercado aquella capacidad. Esa sería una gran alternativa por aprovechar ahora, antes de avanzar con costosas construcciones de nueva infraestructura alrededor del país.  

“Tenemos una estructura contractual de primer mundo (…) que en su momento fue lo que atrajo a los inversores y que hoy es una jaula de la cual nos está costando salir”, advirtió Emilio Guiñazu. 

Y resaltó: “Aprendamos de esas experiencias, que no son errores, y pongámonos a trabajar”.

Por su parte, Víctor Doña concluyó: 

“Se debe aclarar urgentemente qué va a pasar con los proyectos que están parados, por una culpabilidad compartida. No es solo por el inversor, ha habido también una realidad múltiple por el cambio del modelo y contexto país, las devaluaciones que hemos atravesado y ahora el Covid-19”. 

“Debemos sincerarnos para ver si podemos encontrar un formato que dé la posibilidad a que todos sigan, o bien liberar espacio de la red. De ahí, recién podemos pensar dónde nos hace falta red para desarrollar nuevas líneas por un lado y, por otro, situarnos en lo que nos queda de capacidad para ver si se podrá aprovechar para llamar a una MiniRen 4 o eventualmente algún gran RenovAr”.

Los testimonios completos se pueden consultar en el registro en video de aquel evento en el canal de YouTube de CADER.