OPINION

En 2022-23, una combinación de factores creó la tormenta perfecta para que las facturas de energía de los consumidores se dispararan. La demanda de energía aumentó rápidamente pospandemia. La guerra entre Rusia y Ucrania provocó que los precios del gas natural se dispararan. La interrupción de la cadena de suministro, la demanda global de materias primas y la inflación general empeoraron las cosas, contribuyendo aún más al aumento de los precios.

Según el estudio de la consultora internacional Accenture, como resultado, los consumidores están luchando para pagar sus facturas de electricidad.

Según un estudio de la consultora, para el cual fueron consultados 16.800 consumidores a nivel mundial, uno de cada tres hogares enfrentó problemas para pagar su factura en los últimos 12 meses. En Argentina, el 45 % de los consumidores. En la región, el 47 por ciento.

El estudio mostró también que 59 % de los consumidores argentinos identifica la asequibilidad (accesibilidad) y fiabilidad como su prioridad en el servicio eléctrico y solo 23 % dijo estar satisfecho en ese aspecto con el servicio ofrecido por su proveedor de energía. Además, 89 % dijo que espera mayor variedad en productos y servicios.

Las cinco prioridades identificadas por los consumidores argentinos fueron: Asegurarse de que su cuenta de luz sea lo más predecible posible; prevenir las interrupciones de energía; abogar públicamente en su comunidad para apoyar el acceso equitativo a la energía; tomar medidas para reducir las emisiones de carbono, y ayudar a ahorrar en su factura de energía. Todas ellas obtuvieron un bajo nivel de satisfacción.

Nicolás Ruiz Moreno, Senior Manager de Accenture Argentina sostuvo que “los proveedores de energía pueden mejorar sus relaciones con los consumidores siendo más claros en sus comunicaciones a través de las facturas y de sus plataformas. Es importante que se entienda qué significa cada variable y cada concepto cobrado, al igual que cómo mejorar sus consumos”.

Sin embargo, también es clave el trabajo colaborativo. “Nuestro estudio muestra también que 79 % de los consumidores argentinos está preocupado por el futuro del medioambiente. Mientras que un 76 % dice creer que los individuos tienen un importante rol que cumplir, un 68 % sostiene lo mismo respecto de las corporaciones”.

El estudio arrojó que, aunque el 83 % de los argentinos está interesado en la transición energética, solo 33 % quiere o puede pagar por iniciativas más sustentables. Esto, debido a que 46 % de los consultados cree que su proveedor de energía no destinará esos fondos a medidas sustentables.

Al ser consultados qué beneficios esperarían en el caso de que sus cuentas de electricidad subieran por incluir iniciativas más sustentables, la mayoría respondió que un sistema energético más fiable, seguido por programas que les ayuden a bajar el costo de sus cuentas e información sobre las medidas que está adoptando su proveedor energético a favor del medio ambiente.

El consultor de Accenture resaltó que “todos tienen un papel que desempeñar para que la transición a cero emisiones sea asequible: los consumidores, las comunidades y los reguladores”. “Pero los proveedores de energía deben liderar. Son responsables de gestionar el equilibrio entre el acceso equitativo a la electricidad para los consumidores y de desarrollar un sistema energético confiable y seguro capaz de satisfacer la creciente demanda”.

Ruiz Moreno consideró que “los proveedores de energía no pueden asumir solos los costos de inversión. Según análisis relacionados, completar las inversiones requeridas más que duplicará los costos de electricidad como porcentaje del ingreso familiar”.

“Los consumidores no pueden permitirse apoyar esta escala y ritmo de inversión. Y mantener la transición asequible retrasará el logro de cero emisiones netas por 35 años”, sostiene el informe.

En ese sentido también agrega que “los enfoques tradicionales no impulsarán el cambio necesario. Los proveedores de energía deben reinventar el negocio a lo largo de toda la cadena de valor. En el corazón de esa reinvención está un núcleo digital eficiente. Para esto, deben alcanzar la combinación adecuada de infraestructura en la nube y prácticas para la agilidad e innovación; aplicaciones y plataformas para el crecimiento acelerado, experiencias de próxima generación y operaciones optimizadas”.