La Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA) perdió a cuatro miembros claves para el sector: las firmas Mainstream, Ibereólica, RWE y Acciona Energía solicitaron la baja como socios de la entidad a lo largo de las últimas semanas y tras varios años dentro del gremio.
Las salidas se dan en medio del debate del proyecto de ley que busca ampliar los subsidios en las cuentas eléctricas que, entre otros puntos, propone que los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD) financien los subsidios y ayuden a la disminución de la tarifa de las pequeñas y medianas empresas (PyMES).
Según pudo saber Energía Estratégica, la renuncia tiene como factor común en el accionar del gremio y en el “alejamiento de los principios y objetivos fundamentales” de las compañías.
“En los últimos meses las actuaciones de ACERA se han enfocado en favorecer los intereses de un segmento específico de la industria, abandonando la urgente necesidad de resolver los problemas críticos en que se encuentra el sector renovable en su conjunto, contradiciendo su misión de defender el desarrollo armónico de las tecnologías limpias en todas sus escalas, velando por un mercado competitivo, con condiciones equitativas y en beneficio de una transición energética justa”, asegura el pedido de renuncia de Acciona.
“Desafortunadamente, la Asociación se ha transformado en un actor más del coro que se resiste al cambio, justamente en un momento crítico en que los desafíos de la transición energética y la crisis que viven muchas empresas renovables exigen modificaciones profundas al marco regulatorio vigente”, agrega el documento que lleva la firma de Miguel Arrarás, gerente general de dicha compañía.
Es decir que el rechazo de ACERA a la propuesta gubernamental de ampliar el subsidio eléctrico, subvencionados por los PMGD, a partir de una “gestión unilateral” de la asociación y sin el aparente consenso de sus miembros, lo que generó desacuerdos sobre el precio estabilizado de los PMGD y que derivó en el detonante de un momento delicado de quiebre para el gremio.
¿Por qué tanta relevancia? Las cuatro empresas de renombre internacional tienen una vasta experiencia y presencia en el sector renovable de Chile, a tal punto que Mainstream posee alrededor de 1,1 GW de capacidad instalada y 267 MW en construcción e Ibereólica instaló 778 MW eólicos (y otros 77 MW solares y 923 MW en desarrollo junto a Repsol).
Mientras que Acciona cuenta con alrededor de 1 GW renovables operativos en el país sobre los casi 12 GW en los que participó internacionalmente entre diversas tecnologías de generación renovable y almacenamiento de energía.
En tanto que, a principios del corriente año, RWE ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) su primer proyecto en Chile tras más de 125 años de trayectoria y 8300 MW de potencia a nivel global. Puntualmente, se trata del parque híbrido Los Durmientes, que contará con 244 MW fotovoltaicos y 255,4 MW en baterías, y que se emplazará en la comuna y Región de Antofagasta.
ACERA no se quedó al margen
Desde el gremio que nuclea a más de 150 socios entre desarrolladores, generadores y proveedores de productos y servicios, reconocieron y lamentaron las recientes salidas de las empresas mencionadas, pero entendieron que “es parte del ciclo natural que está viviendo el sector energético en Chile”.
“A causa del proceso de estabilización de tarifas, la falta de inversiones en transmisión y el tremendo éxito de la inserción de las ERNC, que actualmente se acercan al 40% de la capacidad instalada del país, enfrenta desafíos nuevos y cada vez más complejos, que no han dejado indiferente a nadie, y ACERA no es la excepción. El escenario actual pone en evidencia la necesidad de seguir buscando consensos y acuerdos que beneficien a la industria y establezcan las condiciones para la inversión, para sortear con éxito el segundo tiempo de la transición energética”, indica un documento emitido a sus socios.
“ACERA vive un ciclo propio de esta etapa de transformación, marcado por desafíos económicos y regulatorios, y, como lo ha hecho en otras ocasiones, enfrentará estos cambios con diálogo y la búsqueda de soluciones compartidas entre sus socios”, agrega.
Por lo que el gremio remarcó la importancia de una discusión fructífera sobre los temas que atraviese la industria renovable, que en esta oportunidad se originan en la propuesta de un proyecto de ley que intenta obtener, desde el sector privado, recursos para un subsidio de la tarifa eléctrica y que desde ACERA entienden que el mismo “debiese ser aportados por ser aportado por el Estado, quien precisamente es el proponerte del subsidio”.
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