“La verdadera transición energética no es solo generar desde las energías solar y eólica; la transición energética es la electrificación completa de toda la cadena”, sostiene como primera premisa Natalia Gutiérrez Jaramillo, Presidente Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen).
En una entrevista para Energía Estratégica, la directiva analiza lo que dejó el 2021 y lo que se viene para este año, tanto desde la posibilidad de que se desarrolle una nueva subasta estatal como los mecanismos que motoriza el sector privado y tecnologías limpias que ganan cada vez más terreno, como el hidrógeno y la eólica marina.
¿Cuáles cree que han sido los hitos más importantes en este 2021 en materia energética?
El 2021 nos deja lecciones de resiliencia, de la capacidad que tiene el sector para afrontar eventos externos y su capacidad de seguir evolucionando. Este año trabajamos continuamente para garantizar el abastecimiento de energía en todo el territorio colombiano, a pesar de las dificultades ocasionadas por la pandemia.
Además, avanzamos en el desarrollo de nuevos proyectos de generación y destacamos que nuestras empresas siguen en la carrera por poner en marcha la nueva energía con proyectos renovables y con la modernización de proyectos térmicos.
Por otro lado, el Gobierno sentó las bases para el desarrollo del hidrógeno en el futuro. Esta hoja de ruta, a la cual vamos a hacerle propuestas, nos va a permitir incorporar un nuevo energético a nuestra matriz.
Podría desarrollarse en 2022 una nueva subasta de renovables. De ser así, ¿qué observaciones hacen desde Acolgen?
Desde Acolgen hacemos énfasis en que lo más importante es continuar garantizando la confiabilidad del sistema para que los ciudadanos puedan contar con energía 24/7.
Adicionalmente, resaltamos que en el país contamos con una matriz limpia y sostenible, al producir cerca del 70% de la energía a partir de fuentes renovables.
Dicho esto, consideramos que es de gran relevancia permitir la libre competencia entre las tecnologías y tener en cuenta que todas se encuentran en el mismo nivel de madurez y desarrollo para ser competitivas en términos de precios, siempre pensando en la eficiencia de tarifas para el usuario final.
Quiero hacer énfasis en que la verdadera transición energética no es solo generar desde las energías solar y eólica; la transición energética es la electrificación completa de toda la cadena.
Se vienen subastas de privados, cómo la que está desarrollando Air-e, y mecanismos para la contratación entre privados, como los que habilita la CREG y fueron presentados por Derivex y la Bolsa Mercantil (BMC). ¿Qué opinión tiene Acolgen sobre estas iniciativas?
Mecanismos de contratación como los de Derivex y la BMC son alternativas que el mercado lleva solicitando tiempo atrás y que, una vez inicien operación, van a traer ventajas tanto para la demanda como para la oferta.
Creemos que debemos trabajar por mecanismos que tengan la suficiente robustez para generar confianza en todas las partes y así poder tener la liquidez que se requiere para que sean sostenibles en el tiempo.
¿Qué opinión tiene Acolgen sobre los proyectos de hidrógeno verde y azul?
La producción de hidrógeno es una de las alternativas que a futuro se puede convertir en parte fundamental de nuestra matriz. Sin embargo, para que esto suceda, creemos que deben existir unos pasos antes y la tecnología debe mostrar su eficiencia.
En cuanto a la definición de hidrógeno verde y los beneficios tributarios que se asocian a esta tecnología, creemos que no se debe dejar por fuera al hidrógeno que sea producido de fuentes hídricas, pues dada la composición de nuestra matriz es el que tiene un mayor potencial a futuro.
Por otro lado, en Chile se está hablando que apostar por la gran hidroelectricidad no es conveniente, dado que se vienen años de sequía por delante debido al cambio climático. ¿Cree que, más allá de Hidroituango, apostar por esta tecnología sigue siendo conveniente en Colombia?
La energía hidráulica, que representa cerca del 70% de nuestra matriz de generación, unida a otras tecnologías de soporte, ha permitido que Colombia no se apague en los últimos 28 años, incluso cuando se han presentado condiciones climáticas adversas. Esto nos demuestra que es una tecnología confiable, además de su carácter renovable.
Los países deben apostarles a las tecnologías que garanticen la confiabilidad que tenemos en Colombia para que los ciudadanos cuenten con energía sin intermitencia, además, por supuesto, pensando en la sostenibilidad y en la protección del medio ambiente.
¿Qué opinión le merece al desarrollo de la eólica marina (off shore)? ¿Cree que el futuro cercano de la eólica en Colombia pasará por ahí y no tanto en la on shore teniendo en cuenta la cantidad de permisos que se requieren para avanzar con proyectos?
Como lo he mencionado anteriormente, Colombia debe apostarle a tecnologías que aporten confiabilidad, característica principal de nuestra matriz de generación.
Sin duda, la energía eólica off shore es una posibilidad que se debe explorar y a la que le debemos apostar pues complementa nuestra matriz a la vez que nos permite garantizar una entrega de energía para todos los colombianos.
¿Qué expectativas tienen desde Acolgen para este 2022 y cuál es la agenda qué más les interesa que se desarrolle?
Desde Acolgen creemos que el 2022 será un año muy importante, teniendo en cuenta todos los avances que se han evidenciado y que benefician el desarrollo del sector.
Insistimos en la importancia de seguir trabajando en la consolidación y protección los mercados de confiabilidad, sin decir que no son susceptibles de mejoras. Este aspecto es trascendental para que podamos contar con un suministro constante y confiable, como lo hemos tenido en las últimas 3 décadas.
Es importante resaltar que una de las principales lecciones del 2021, teniendo en cuenta las distintas crisis energéticas que sufrieron algunos países del mundo, es que debemos tener y proteger estos mercados de confiabilidad para contar con energía 24/7.
Por otro lado, es vital continuar desarrollando acciones que se traduzcan en la incorporación de tecnologías que lleguen a seguir robusteciendo la matriz de generación.
Asimismo, uno de los principales desafíos del 2022 será avanzar en las consultas previas y el licenciamiento ambiental de los proyectos que se encuentran en curso, con el propósito de contar con esta energía en las fechas estimadas.