Históricamente, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica era la responsable de prácticamente todo lo relacionado al suministro de energía en Honduras. La ENEE se encargaba de la generación, transmisión, distribución, comercialización y despacho. Y aunque también hubieran generadoras privadas que suscribían contratos directamente con la empresa estatal, no había una facilidad y promoción para el inicio de nuevos proyectos renovables.
Por medio de la Ley General de la Industria Eléctrica aquello empezó a cambiar y se impulsó un nuevo modelo de adquisición de energía y potencia mediante contratos de suministro a adjudicarse en licitaciones públicas e internacionales. Esto se estableció con el objetivo de fomentar la competitividad del mercado y obtener mejores precios.
Ahora bien, algunos especialistas advierten que esas licitaciones «dificultan la introducción de nuevas plantas de energía renovable». ¿Porqué?
«De dos procesos de licitación que se han realizado, uno no se ha completado y aunque el otro si se haya realizado planteaba plazos muy cortos de ejecución y esos tiempos no permitían la construcción de algunas alternativas renovables como hidroeléctricas y geotérmicas», indicó Wilmer Alexander Henriquez, consultor nacional de energía en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Y advirtió: “Las licitaciones que se han desarrollado conforme a la nueva Ley han promovido más a las tecnologías convencionales térmicas”.
«En los pliegos de condiciones generalmente se determina la solicitud de potencia firme que es una limitación para las generadoras renovables».
Un impulso a inversiones en esas tecnologías permitirían cumplir con los últimos compromisos de Honduras en relación al Acuerdo de París.
Al respecto, Henriquez reflexionó que si bien Honduras realizó la actualización de sus contribuciones nacionalmente determinadas (NDC), la estrategia energética sustentable a largo plazo engloba objetivos significativos en términos de una transición limpia y sostenible, que aún restan cumplir.
“Si revisamos las NDC anteriores, Honduras estaba enfocada al tema de bosques y reducción de emisiones en general. Con el nuevo documento, la actualización de Honduras considera los objetivos de desarrollo del milenio y cuando habla de energéticos es más específico y apuesta a la transición energética y descarbonización del país; algo que aún no se estaría logrando si se mantiene un mayor porcentaje térmico”.
De allí, el consultor del PNUMA consideró que los nuevos procesos licitatorios por abordarse deberían tener pliegos que favorezcan la incorporación de tecnologías más sostenibles.
“Lo debemos tomar como una lección aprendida, y que a partir de ahora se puedan empezar a estructurar licitaciones más enfocadas a energías renovables y segmentadas por región o tipo de recurso/tecnología dejando pliegos de condiciones más abiertos para que haya una participación diversa”.
Sin lugar a dudas, Honduras tiene un gran potencial para diversificar su matriz energética debido a la variedad de recursos naturales renovables disponibles. Y, de acuerdo con el especialista consultado, las tecnologías que se deberían continuar impulsando deberían ser la geotérmica, bioenergías, eólica y solar fotovoltaica con o sin almacenamiento.