La Ley 10086 tiene un cambio fundamental en el modelo en el que se relacionan los clientes con las empresas distribuidoras; y es que pasa de un modelo de negocio sencillo donde se intercambia la energía, a un modelo de neteo completo o Net Billing, donde se transa la energía vendiendo excedentes o comprando la energía faltante. 

Al respecto, Energía Estratégica dialogó con Alberto Rodríguez, el CEO más joven con participación activa en la Cámara de Generación Distribuida (CGD) y que lidera la empresa de energía solar fotovoltaica más grande en Costa Rica, GoSolar

Entre los temas que ocupan al referente empresario en su calidad de coordinador del Comité de Seguridad Técnica de la CGD identifica pros y contras, así como importantes pendientes regulatorios para dar cumplimiento a la Ley 10086 de Promoción y regulación de recursos energéticos distribuidos a partir de fuentes renovables. 

De acuerdo con Rodríguez, la parte buena de la ley es que aclara dos puntos muy importantes: 

El primero es el tope para la interconexión que antes era de un 15% en todos los circuitos, pero que ahora se iría a ampliar. De acuerdo con estudios preliminares, como mínimo se deberá aumentar a un 30% el límite, duplicando el mercado en Costa Rica. 

El segundo punto clave es que legaliza los sistemas sin entrega de excedentes a la red y estipula cuáles son los requerimientos para este tipo de sistemas. Sin embargo, aún tendría pendientes para asegurar su éxito. 

“Si bien tiene cosas muy positivas, la Ley aún deja por fuera a los pequeños consumidores”. 

“Por lo que, en tanto ARSEP no termine de hacer su trabajo reglamentando la Ley, lo más probable es que en el corto plazo -este año e inicio del siguiente- el enfoque de todo el mercado sea hacia los grandes consumidores de energía, que son los clientes que pueden aprovechar esta nueva ley desde ya, a través de los sistemas sin entrega de excedentes que están dando números de rentabilidad realmente asombrosos”, observó. 

Y es que, para la implementación de la Ley 10086 se necesita previamente determinar las tarifas de venta de electricidad para los generadores distribuidos y, a pesar de que la ley establecía un plazo no mayor a 12 meses para que ARSEP publique ese nuevo esquema tarifario, ya transitando el mes 17 todavía no se han publicado las tarifas. Esto implica que los clientes generadores aún no pueden vender sus excedentes energéticos. 

“En tanto no tengamos tarifas, las casas donde el consumo diurno es bajo y la mayoría del consumo nocturno las pequeñas y medianas empresas que sólo trabajan lunes a viernes y que no tienen consumo los sábados y domingos, se ven bastante golpeados en sus capacidades de adquirir un sistema de generación distribuida, pero los grandes consumidores como transnacionales, las zonas francas, las zonas industriales, la agroindustria, que trabaja de lunes a domingo, los sectores hoteleros que tienen operaciones constantes pueden instalar ya sistemas sin inyección a la red que son tremendamente rentables y no dependen de la publicación de las tarifas de ARESEP”, concluyó.

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