Ayer fue la primera jornada del quinto Congreso Iberoamericano de Energía, una doble jornada en la ciudad de San José, Costa Rica, donde altos funcionarios de Sudamérica, Centroamérica, México y España e importantes players del sector privado debaten sobre políticas energéticas.
Durante el evento, Stevie Gamboa Valladares, presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho a la Energía (ASIDE), enfatizó la necesidad de una agenda compartida en América Latina para impulsar la transición energética en una entrevista exclusiva con Energía Estratégica.
En este sentido, propuso tres elementos fundamentales para una agenda regional en la transición energética:
1.Transmisión eficiente: destacó la importancia de una red de transmisión eléctrica fiable y confiable que conecte a los países latinoamericanos, evitando la pérdida de energía.
2. Matriz energética confiable y disponible: abogó por una agenda regional que no solo se enfoque en la limpieza de la matriz energética, sino también en su confiabilidad y disponibilidad.
3.Explotación de recursos minerales: señaló la oportunidad de potenciar la exploración y explotación de recursos minerales en América Latina para reducir la dependencia de países extranjeros en la transición energética global.
En efecto, estos elementos resaltan la importancia de una visión integral y regional para abordar los desafíos energéticos en América Latina y promover un futuro sostenible y próspero para la región.
Además, el presidente de ASIDE hizo hincapié en la necesidad de pensar a largo plazo, evitando caer en demagogia y ambientalismo infantil. «Hay que empezar a pensar en proyectos regionales que vayan más allá de las políticas de turno y que nuestras agendas sean pensadas a largo plazo, de 30 a 50 años», señaló.
Para el experto, uno de los pilares fundamentales es el acceso a la energía como un indicador crucial de la calidad de vida: «El mayor indicador para la calidad de vida del ser humano es el acceso permanente y constante a la energía. Con energía tendrás agua potable, educación y salud para mejorar la calidad de vida de las personas. Por ello, ese debería ser el eje de las tomas de decisiones regionales», señaló.
En un contexto en el que los reguladores, las empresas privadas y las alianzas con academias locales se han integrado en el congreso, destacó la importancia de una perspectiva más pragmática y orientada hacia la realidad de América Latina en contraste con los modelos europeos.
«Seguimos mucho los pasos de lo que se viene haciendo en Europa con un impacto global. En caso de América Latina, la realidad es distinta y eso nos exige tener variables que no ves en otros países. El reto principal está en admirar los casos de éxito europeos pero aterrizarlos a la realidad de nuestros países que son tan especiales y diversos entre sí«, argumentó.
En cuanto a las tecnologías emergentes, como el hidrógeno, el presidente resaltó su importancia en el almacenamiento de energía, pero reconoció que las inversiones deben estar respaldadas por la calidad de vida de los ciudadanos y la disponibilidad continua de energía. «Debemos enfocarnos en la calidad de vida del ser humano, que tengan calidad de energía permanente, antes de aventurarnos en tecnologías que aun no están maduras», advirtió.
Congreso Iberoamericano de Energía
Bajo la organización de la influyente Asociación Iberoamericana de Derecho de la Energía (ASIDE), en colaboración con Core Regulatorio, este congreso se presenta como una plataforma única para la discusión y exploración de los desafíos y las oportunidades en el campo de las energías renovables y la transición energética en la región.
Mañana se celebrará la segunda y última jornada en el Hotel Crowne Plaza La Sabana y se espera la convocatoria de al menos unas 150 personas de distintos países del mundo. Contará con 7 paneles de debate, de los que participarán 52 expositores procedentes de más de 12 países. Este impresionante nivel de diversidad asegura una gama rica de perspectivas y enfoques en las discusiones.
El V Congreso Iberoamericano de Energía no solo representa un evento en el calendario, sino una oportunidad crucial para formar un camino hacia un futuro energético más sostenible y diversificado en la región.