Alemania pospuso hasta 2037 la finalización de la construcción de una red de hidrogenoductos de 9.700 kilómetros, porque no pudo resolver la estructura financiera del proyecto. Esto implica que inicialmente se había planeado construir la red de tuberías de hidrógeno antes de 2037, pero debido a cuestiones financieras, se ha retrasado hasta esa fecha. Los germanos no han definido aún cómo se financiará y gestionará el proyecto en términos de costos, inversiones, y posiblemente cómo se distribuirán los gastos entre los diversos interesados.

El ambicioso plan de Alemania para una red de gasoductos de hidrógeno por valor de 20.000 millones de euros (uno 21.500 millones de dólares) estaba planificada para operar en 2032 pero ahora deberá esperar hasta 2037, informó la semana pasada Hydrogeninsight.

La cuestión no es exclusivamente entre privados sino que es eminentemente política, porque el retraso fue acordado por los tres partidos de la coalición del país a pesar de que tiene como objetivo aliviar la carga financiera de los operadores y dar tiempo para que aumente la producción de hidrógeno verde.

Inicialmente, el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, del Partido Verde, pretendía que se completara para 2032. Sin embargo, los legisladores de los socialdemócratas (SPD) y los demócratas libres (FDP) argumentaron que el retraso beneficiaría tanto a los operadores como al sector del hidrógeno verde. Diseñada para transportar hidrógeno (H2) producido localmente e importado a centros industriales, la red de gasoductos de 9.700 kilómetros será construida por empresas privadas que recuperarán los costos a través de tarifas de red.

El gobierno garantizará una rentabilidad sobre el capital antes de impuestos de aproximadamente el 6,7%. Un elemento clave del acuerdo es un mecanismo de riesgo compartido. En el improbable caso de que la red no satisfaga la demanda de los usuarios, los operadores asumirán el 24% de los costos y el gobierno cubrirá el resto.

Sin embargo, las quiebras de operadores individuales no afectarán financieramente a otros operadores de redes. El financiamiento para la construcción se gestionará a través de una “cuenta de amortización” establecida por el gobierno, y los operadores reembolsarán gradualmente los costos hasta 2055. El marco acordado se incorporará a la tercera enmienda de la Ley de la Industria Energética y podría ser aprobado por el parlamento la próxima semana.

“Este proceso parlamentario refuerza la seguridad de las inversiones para el despliegue de la red de hidrógeno y al mismo tiempo mitiga los riesgos de insolvencia”, afirmó Nina Scheer, portavoz de clima y energía del grupo parlamentario del SPD. “El modelo de cuenta de amortización permite una carga financiera más manejable”.

Los representantes de los tres partidos de la coalición elogiaron el acuerdo. Los legisladores destacaron una mayor seguridad de las inversiones, una reducción de la burocracia y el potencial de Alemania para convertirse en líder en el sector del hidrógeno.

La asociación alemana de servicios públicos (VKU) reconoció el acuerdo como un paso positivo y enfatizó la importancia de la seguridad financiera para todas las partes interesadas. Sin embargo, advirtió que el éxito del acuerdo depende de atraer decisiones de inversión reales basadas en los términos descritos. “Independientemente de cómo sea el acuerdo, la financiación debe ser suficiente para las inversiones en la red central [de hidrógeno]”, añadió.