La reforma eléctrica propuesta por López Obrador se debatirá en Parlamento Abierto durante los primeros dos meses del 2022. Mientras que, de aprobarse en comisiones, su tratado en el recinto de la Cámara de Diputados todavía no tiene fecha estipulada, aunque varios legisladores ya manifestaron que lo postegarían hasta pasadas las elecciones de mitad de año. 

“Personalmente creo que es positivo que se discuta más adelante, porque está la posibilidad de que diferentes frentes políticos documenten, fundamenten y comenten la reforma”. 

“Creo que eventualmente deben haber muchos cambios, pero la ventaja de que se postergue es que hay más oportunidad de que se escuchen más voces y se fundamenten otras opiniones”, destacó Jaït Castro, profesional independiente del sector, en diálogo con Energía Estratégica

Dentro de los cambios que considera pertinentes es la inclusión de la eficiencia energética (EE) y el rol del almacenamiento como temas centrales en la ecuación: “La EE es la que nos ayuda, y usualmente a menor costo, a poder satisfacer la demanda y aprovechar mejor lo que tenemos”.

“Mientras que sobre el storage se debería hablar mucho más en México. Y no hay mejor ejemplo que California, que tuvo récord de esta índole [nuevas instalaciones de sistemas por un total de 3.515 MWh]”, apuntó.

Y continuó: “Hay que pensar a gran escala, y definitivamente se tiene que poner sobre la mesa. Pero no hay que olvidar la generación distribuida [más de 1.7 GW instalados bajo este tipo de sistemas], porque en la medida que se fomente que haya más techos solares que tengan almacenamiento, se descongestionará la red”. 

Jaït Castro tuvo dudas sobre si dichas modificaciones saldrán en la primera revisión de la reforma, pero manifestó que “es cuestión de poco tiempo dado que urge y que, o se puede liderar en ese proceso o se va el tren y se pierden grandísimas oportunidades a nivel país”. 

Por otro lado, el especialista opinó que si se modifica el orden de despacho de las centrales tal como se plantea, “muy probablemente” no se alcancen las metas de tarifas más económicas, de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y por ende, “seguramente se trasladen el costo al subsidio de tarifas”.

“No se trata de eliminar la reforma energética de 2013, sino de desarrollarla porque es una buena base. Creo que definitivamente el tema de privados y Comisión Federal de Electricidad da para largo y es ponerse de acuerdo hacia dónde se va, definir las prioridades y desarrollar la regulación, no empezar de cero”, agregó.