Andrés Manuel López Obrador, mandatario federal de México desde diciembre 2018 anunció que presentará una iniciativa ante la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión para reformar la Constitución pese a que en los comicios no tendría la mayoría calificada – dos tercios de la Cámara – necesaria para modificarla.
“Si son necesarias las voy a presentar, aún cuando no pasen o las rechacen. Porque si son necesarias para el país las presentaré”, mencionó.
AMLO explicó que “se debe resolver el problema de la falta de apoyo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) porque con la reforma energética se apostó a destruir a la CFE y debemos cuidar que no falte la luz y que no aumente su precio”.
“Para eso se requiere una reforma constitucional, porque con la reforma energética le dieron preferencia a los particulares”, agregó.
Esta estrategia por parte de López Obrador no es la primera que se relaciona en materia energética. Durante su campaña electoral a presidente para el presente sexenio comentó en repetidas ocasiones que revisaría la reforma energética realizada por el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2013.
E incluso, en los primeros días de febrero del corriente año, presentó una iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) y pretendía modificar la prioridad de despacho de energía.
En la misma se anteponía la energía producida por centrales hidroeléctricas en primer término y la generada por otras plantas de CFE por sobre aquella de fuentes renovables como la eólica y solar de particulares.
Y si bien esta propuesta fue aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Unión, actualmente se encuentra suspendida de manera indefinida por el Poder Judicial hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación de su veredicto final, aunque ya admitió analizar la controversia constitucional interpuesta por la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE).
“¿Cómo me voy a quedar callado o cruzado de brazos? ¿Cómo no voy a presentar una iniciativa para que primero esté el pueblo y el interés general?”, se preguntó el presidente durante la conferencia de prensa matutina de México.
“No puede haber interés personal o de grupo por encima del pueblo y la Nación (…) Entonces mandaré la iniciativa”, aclaró.
Y aunque no puso fecha para la posible presentación de la reforma constitucional, opinó que “sería una irresponsabilidad no hacerlo”. Y en el caso que no se alcance la mayoría calificada en diputados o que no se apruebe la iniciativa, AMLO apuntó contra los legisladores: “Ellos serán quienes asuman la responsabilidad”.