La semana pasada, la provincia de Buenos Aires finalmente publicó el decreto reglamentario de su adhesión a la ley nacional de generación distribuida (Ley N° 27424) tras casi cinco años desde que se promulgó dicha normativa.  

Y si bien la reglamentación se demoró dos meses más de lo previsto, desde el sector energético de Argentina ven como positiva que Buenos Aires finalmente se haya dado este paso, pero aún aguardan por las resoluciones cómo serán los procesos técnicos y económicos.

“Si bien hubo un retraso en la reglamentación, comparativamente con otras leyes no fue tan crítico, por lo que uno podría decir que había voluntad de que la ley salga adelante. Y son destacable e importantes los beneficios impositivos que incluye, pero la reglamentación en  en principio sólo habla de ciertos considerandos muy generales”, sostuvo Alejandro Zitzer, gerente comercial de Aldar SA. 

“Es decir, faltan todas las resoluciones de índole técnica, jurídica económica y tarifaria para que, entonces, el usuario pueda saber técnicamente cómo debe hacer el trámite y la instalación, como también para conocer cuál será la tarifa al que se pagará el excedente que inyecta a la red”, agregó en conversación con Energía Estratégica.

Justamente, la reglamentación indica que los usuarios tendrán exenciones impositivas por doce años (prorrogables por el mismo tiempo) para el impuesto a los Ingresos Brutos por la inyección de los excedentes de energía renovable a la red de distribución, y para el Impuesto de Sellos para los contratos que suscriban los usuarios con los distribuidores en el marco del desarrollo de las actividades de generación distribuida renovable.

Pero más allá de ello, no hace mención a otros aspectos técnicos para el desarrollo de las instalaciones en los hogares y comercios del territorio bonaerense, ni tampoco si habrá financiamiento en el corto plazo por parte de las entidades bancarias que faciliten la adopción de este tipo de tecnología. 

“Asimismo, está la posibilidad de que el Banco de la Provincia de Buenos Aires otorgue créditos, uno creería que relativamente blandos, asociados a la compra de equipos. Esto sería ideal y clave que se implemente porque ayudará en la estadística de la demanda”, manifestó Alejandro Zitzer. . 

“Es cierto que la adhesión implicará un salto cuantitativo en cuanto a estadísticas porque el volumen de clientes potenciales que tiene Buenos Aires, en comparación con el resto de las provincias adheridas, tendrá una incidencia muy importante. Pero se requieren las resoluciones, e imagino que ya se están trabajando y que el gobierno bonaerense las estará por lanzar”, insistió. 

Cabe recordar que PBA ya tiene 269 usuarios – generadores que suman 3831,6 kW de capacidad instalada – y otros 197 U/G con reserva de potencia aprobada por 3.349,3 kW- gracias a que las distribuidoras EDENOR y EDESUR ya habían adherido a la ley nacional de generación distribuida. Usuarios que deberán darse de alta en el RUGER por tales distribuidoras de energía eléctrica si desean acceder a los beneficios impositivos de la provincia. 

Número que podría aumentar considerablemente, dado que desde el sector energético vaticinaron en reiteradas ocasiones que el territorio bonaerense tiene un potencial de 2.000.000 de usuarios que podrían ser parte de la GD en Argentina. 

Posible apertura a más tecnologías

Si bien la energía fotovoltaica domina la generación distribuida a nivel global, el gerente comercial de Aldar SA planteó que esta adhesión podría resultar “una buena oportunidad” para el desarrollo de otras fuentes renovables en este tipo de escala. 

“El potencial de Buenos Aires en eólica y biomasa, también permitiría la ampliación de trabajo y experiencias en otras tecnologías”, aseguró.