Si bien Perú aún tiene mucho para dar en la carrera por la transición energética, se empieza a ver un crecimiento vertiginoso de proyectos renovables similar al que tuvo Chile en sus inicios.

En conversaciones con Energía Estratégica, Rodrigo Cotijo, gerente comercial del mercado peruano de Andes Solar S.A, empresa dedicada a desarrollar, construir y mantener proyectos solares fotovoltaicos y eólicos en Chile y Perú, destaca: “Perú hoy es lo que era Chile hace diez años. Estamos negociando proyectos eólicos y solares, donde esperamos obtener por lo menos 500 MW. Probablemente, en cinco años tendremos en cartera 800 MW”.

El especialista revela que Chile es uno de los mercados más agresivos a nivel de Latinoamérica dentro del portafolio de proyectos de Andes Solar, donde ya cuentan con 1,5 GW en desarrollo. Se trata del país con más presencia, seguido por Brasil, Colombia y Perú, que ocupa el cuarto lugar.

Pero asegura que las energías renovables están en constante crecimiento en Perú y que se observa como un mercado prometedor: “Se posicionando a la empresa en el mercado peruano. Muchas empresas comienzan a invitarnos a licitaciones de plantas solares”.

Para el experto, aunque el desarrollo de proyectos en el lugar todavía es lento, este es el momento preciso para entrar al mercado, ya que la matriz eléctrica peruana se compone básicamente por hidroeléctricas y centrales térmicas: “En el corto plazo las energías renovables van a tener un crecimiento exponencial. Esto debido a que va a haber menos agua en todos los países de la región por la sequía y el gas natural peruano tendrá un límite por sus altos costos. Esto hará que las energías renovables se tornen más competitivas”.

Y a este escenario Cotijo suma dos factores más: por un lado, la expansión de gasoductos hacia el sur de Perú, lo que generará mayor demanda y, previsiblemente, un aumento en los precios del gas; por otro, un incremento de la demanda, impulsado por yacimientos mineros que prometen explotarse en los próximos años.

La luz al final del túnel: vislumbran cambios en el marco regulatorio peruano

En este contexto favorable para las renovables, Cortijo advierte sobre la falta de previsibilidad en el marco regulatorio del país: “Lo complicado es que la normativa vigente no ayuda. No todas las energías pueden competir libremente, porque están ligadas al tema de la potencia”.

“Las plantas solares que están en construcción son de empresas que tienen un alto respaldo financiero y/o que tienen un portafolio de generación variado que les permite comercializar la energía aun así las complicaciones de las restricciones de potencia. Los proyectos en construcción o por construir avanzan y la ley va a tener que adaptarse a ello, es inevitable”, agrega.

El gerente comercial de Andes Solar pone en relieve que si bien la convulsión política que atraviesa desde hace años la región ha pausado este tipo de regulaciones, este año se esperan signos de reactivación en la materia.

En este sentido, augura cambios en la normativa vigente en el corto plazo en favor de las energías limpias: “Somos optimistas. En 2023, se aprobará el reglamento de la generación distribuida y, el próximo año, la ley separación de potencia y energía”.

El límite de la potencia en el proyecto del reglamento de la generación distribuida actualmente en Perú es de 1MW. La posibilidad de inyectar los excedentes de hasta 1MW facilita la viabilidad de los proyectos de autoconsumo dado que existe una gran demanda de estos proyectos.

Para el experto, esta modificación favorece sobre todo a las empresas agrícolas que tienen una necesidad de energía enorme y les piden capacidades de 2 a 8 MW.

Asimismo, el reglamento a nivel autoconsumo que aún no se ha aprobado permitiría vender los excedentes a la red de transmisión lo cual favorece a las inversiones.

Por otro lado, enfatiza que también es primordial separar la energía de la potencia para que las energías renovables puedan competir libremente y sigan creciendo los proyectos de esa matriz.

El objetivo es reemplazar la potencia antigua y onerosa por una nueva potencia renovable eólica o solar, que es la más competitiva del mundo.