Apenas una semana después de que el presidente Pedro Sánchez recibiese a su homólogo argentino, Alberto Fernández, para buscar alternativas a Rusia ante la escasez de energía y materias primas, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, estuvo en Barcelona para participar en la Green Hydrogen Global Assemble, uno de los mayores congresos de hidrógeno verde del planeta.

 

Tras años de ser noticia más por sus dificultades económicas y sus problemas con la deuda que por su dinamismo empresarial, Argentina quiere posicionarse hoy como un actor relevante en el mercado del gas y tener un papel en la transición ecológica del mundo. Así lo asegura el dirigente a elEconomista: “Tenemos lo que el mundo necesita”.

Usted augura que Argentina puede convertirse en una potencia en el mercado de hidrógeno verde ¿Qué capacidad tiene realmente el país para poder ser una potencia energética frente al resto de América?

Estamos convencidos de que podemos ser un territorio muy productivo para el desarrollo del hidrógeno verde en el mundo. Somos uno de los pocos países que reúne una enorme potencia eólica, en la Patagonia, con las mejores radiaciones solares, en las provincias del norte. Al ser un país tan grande, además, no generará impactos negativos sobre las comunidades ni competirá con otras actividades económicas.

¿Qué capacidad de producción podrían alcanzar?

Trabajamos con el horizonte de alcanzar al menos 10 millones de toneladas para el año 2030. Esencialmente irían destinadas a la exportación así podremos también equilibrar nuestra balanza comercial, que es uno de nuestros objetivos económicos. Una vez se desarrolle la tecnología, también lo utilizaríamos en Argentina.

El reto energético de Europa a corto plazo es asegurar el suministro de gas. Argentina parece que también quiere tener su papel…

Y debemos jugarlo. Tenemos la reserva de gas de Vaca Muerta (Neuquén) en el suroeste del país. Es la segunda mayor reserva del mundo de combustibles no convencionales y ya está en una etapa en la que ha demostrado ser rentable. De allí se podría extraer el gas necesario, licuarlo, transportarlo a España en barcos y distribuirlo por Europa.

¿Argentina puede surtir de gas a Europa a corto plazo?

Es un tema que todavía estamos conversando, no se puede hacer de un día para otro. Necesitaríamos al menos tres años para iniciar la exportación porque son necesarias inversiones en gaseoductos y plantas de tratamiento que todavía las estamos licitando.

¿Pero qué capacidad de exportación tendrá Argentina?

La reserva es competitiva y solo está explotada en un 4%. Le puedo garantizar que si hay problemas no serán de oferta. Tenemos tanto gas almacenado que seguramente no se pueda acabar de explotar en su totalidad porque hay para 200 años. El cuello de botella no está en el recurso natural sino en las inversiones necesarias en infraestructuras.

Entiendo que el Estado no podrá hacerse cargo de la totalidad de la inversión. ¿Cómo se financiarán?

Buscamos un proveedor seguro que garantice el gas. Existen conversaciones con inversores tanto nacionales como internacionales, ya sean fondos de inversión o empresas energéticas que estén interesadas en llevar el gas licuado a Europa.

El gas no es el único recurso que Alberto Fernández ofreció en su visita a España…

Argentina hoy es la segunda o la tercera reserva mundial de litio, un mineral clave para, por ejemplo, fabricar baterías. En los últimos años hemos invertido 4.900 millones de dólares, lo que nos colocará también en el podio de la distribución.

¿Y para la crisis alimentaria que algunos auguran que se avecina?

Podemos suplir parte de los alimentos que faltan. Cultivamos 140 millones de toneladas de grano por año y existe un plan para elevar la cifra hasta las 200 toneladas. Además, también tenemos inversiones en curso para convertirnos en una potencia en la industria de los fertilizantes (Rusia representa el 15% de la producción de fertilizantes) gracias a las reservas de gas.

Para ello serán necesarias inversiones internacionales, como usted mismo reconoce. ¿Cómo se convence a una empresa española que se invierta en Argentina?

La relación es hoy mucho más fluida y desde la misión comercial de Sánchez a Buenos Aires del año pasado las conversaciones con los empresarios españoles han dejado de ser sobre la emergencia y la situación financiera para volver a hablar de inversiones. No hay que olvidar la relación histórica entre ambos países: España es el segundo inversor internacional de Argentina.

Pero solo hace falta ver las cuentas de las firmas que están en Argentina para ver cómo les impacta, por ejemplo, la devaluación del peso…

Venimos de una situación compleja, de una crisis financiera que nos obligó a reestructurar la deuda con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional, pero desde 2019 tenemos un programa económico consistente para corregir desequilibrios de forma gradual. Solo nos hace falta desbloquear el potencial de crecimiento enorme: lo que el mundo necesita hoy, Argentina lo tiene.

¿Cuándo llegarán los resultados de este nuevo programa económico?

Estamos en una etapa bisagra y todavía estamos normalizando la situación, pero hay una hoja de ruta muy clara. Desde la llegada de Alberto Fernández tenemos registrados más de 1.300 anuncios de inversión y la mayor parte ya se concretaron o están en fase de ejecución. Además, buena parte van destinadas a la exportación para compensar de la mejor manera el desequilibrio que tenemos en la balanza comercial.

 

 

 

Fuente; https://www.eleconomista.es/economia/noticias/11778063/05/22/Argentina-podra-proveer-de-gas-a-Espana-en-un-periodo-de-tres-anos.html