La Secretaría de Asuntos Estratégicos de Argentina publicó la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno, que establece un horizonte de líneas de acción y metas hacia el año 2050 para el desarrollo del mencionado vector energético “de bajas emisiones”.
Esto significa que incluye tanto el H2 verde (producido a partir de energías renovables), el azul (gas natural) y rosa (nuclear) y sigue la línea del proyecto de ley del Régimen de Promoción del Hidrógeno que el Poder Ejecutivo Nacional elevó al Congreso en junio del corriente año.
De acuerdo a la Estrategia, Argentina tendrá una producción doméstica total de, al menos cinco millones de toneladas anuales de H2 hacia el 2050, de los cuales hasta el 20% se destinará al mercado local (100.000 t/año al 2035, 500.000 t/año al 2045 y 1.000.000 t/año al 2050), y el 80% será para exportar.
Pero para alcanzar tales metas, el documento elaborado por la entidad que comanda Mercedes Marcó del Pont (en conjunto con la Secretaría de Energía de la Nación) señala que será necesario instalar 30 GW de capacidad de electrólisis y 55 GW de generación eléctrica renovable.
“Implica multiplicar por once la generación renovable actual y más que duplicar la generación total de electricidad en la Argentina”, plantea la Estrategia Nacional de Argentina.
“En base a las tecnologías actuales, esto implicaría instalar entre 6000 y 8000 aerogeneradores, ocupando una superficie de 11.000 km2 (…) En cuanto a la potencia necesaria de electrolizadores, equivale a 30.000 unidades de 1 MW, diez veces la potencia instalada en la central hidroeléctrica Yacyretá”, detalla.
¿Qué precio se proyecta? En principio, el H2 azul ganaría la carrera gracias a un costo de 1,1 USD/kg desde 2030 en adelante, mientras que el hidrógeno producido por fuentes renovables “se encontraría” entre 2,8 y 6,4 USD/kg durante los primeros años, siendo la región patagónica la más competitiva en las condiciones actuales.
Pero se prevé que ese valor disminuya considerablemente en 2050 y la generación de H2 a partir de la energía eólica en la Patagonia se asiente entre 1,4 a 1,7 USD/kg. Aunque en el caso puntual del H2V, se aclara que las ganancias de competitividad se lograrían por escala en proyectos de, mínimamente, 2 GW de capacidad de generación renovable.
Mientras que el monto esperado de inversiones se ubicaría en aproximadamente 90.000 millones de dólares; aunque para consolidarlas, la hoja de ruta destaca que resultará “fundamental” una política activa de búsqueda de inversiones y promoción de las oportunidades que ofrece el país que permita instalar a la Argentina en los mercados mundiales como “proveedor seguro y confiable” de H2 y sus derivados.
“La primera etapa debe enfocarse en detectar socios estratégicos para financiar plantas piloto que permitan probar tecnología en entornos reales y demostrar la competencia técnica y económica. La segunda deberá profundizar con acciones de posicionamiento, presencia y participación en licitaciones y concursos para contratos de aprovisionamiento futuro, como así también la promoción de la asociación y cooperación con empresas e instituciones que provean a los mercados demandantes”, subraya el archivo.
Infraestructura y desarrollo industrial
A raíz de las metas planteadas por el gobierno, y siguiendo la línea del proyecto de ley del Ejecutivo, el contenido nacional podría ocupar un lugar relevante en la cadena de valor con hasta un 50% en las próximas décadas.
En tanto que también se pronostica que será necesario la construcción de cinco polos productivos a lo largo del país (norte y sur de Buenos Aires, Tierra del Fuego, en el NOA y Cuyo), además de dos a cinco puertos para acompañar las exportaciones de hidrógeno y el intercambio de bienes e insumos por vía marítima.
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