La compañía petrolera Shell realizará en diciembre próximo trabajos de sísmica 3D en dos bloques de la Cuenca Argentina Norte (CAN), en lo que será el segundo intento por hallar hidrocarburos en el Mar Argentino después del primer intento fallido de Equinor. En qué consisten las tareas.
Tal como adelantó EOL, la duración de las actividades será de alrededor de tres meses y constará de tres fases: la movilización de los buques, la campaña sísmica propiamente y la desmovilización de las embarcaciones.
La prospección sísmica se centrará en las áreas CAN-107 y CAN-109, donde Shell es la principal empresa operadora, con el 60% de participación. Qatar Petroleum tiene el 40% restante.
De acuerdo a la información que consta en el documento de divulgación presentado por Shell, para la etapa sísmica se utilizarán dispositivos de aire comprimido remolcados en las embarcaciones a lo largo de las líneas de prospección proyectadas. “La fuente de energía de aire comprimido es la más comúnmente utilizada en exploraciones marinas, dado que el aire comprimido es una fuente accesible y los pulsos que genera son predecibles, repetibles y controlables”, explicaron.
En el proceso, una cámara de aire comprimido es descargada rápidamente en el agua para crear un pulso acústico. Las ondas de sonido generadas por las fuentes de energía se reflejan y reflectan en las distintas capas del subsuelo al encontrar cambios en las propiedades físicas (distintos estratos geológicos, gas, petróleo, etc.), y vuelven a la superficie, donde son captadas por hidrófonos que se encuentran ubicados dentro un sistema de cables sísmicos, comúnmente llamados streamers. Las ondas son medidas por el tiempo en que tardan en llegar a la superficie, de lo que se infiere su posición en profundidad y su geometría. El producto final es una “imagen” del subsuelo en 3 dimensiones.
Para la adquisición se prevé la utilización de un buque sísmico, el cual irá acompañado por dos embarcaciones de apoyo. Una de ellas es el buque de guardia o seguimiento (escort). Su función será la de garantizarle al buque sísmico (y su arreglo), una navegación segura, sin interferencias con otras embarcaciones. La otra embarcación de apoyo es un buque logístico (supply). Su función será la de abastecer el buque sísmico de provisiones e insumos, así como la realización de cambios de tripulación.
El Puerto de Mar del Plata, la base de las operaciones
Según detalló la compañía, el Puerto de Mar del Plata volverá a ser la base logística tal como sucedió con la exploración y perforación que llevó adelante la compañía noruega Equinor.
La terminal marítima local está ubicada a una distancia de más de 190 kilómetros desde el vértice noroeste del Área Operativa Sísmica. Durante la ejecución del proyecto, cuando se requiera combustible, alimentos frescos y suministros, el puerto que se utilice para servicios logísticos será el de Mar del Plata. En este puerto se realizará la descarga de los residuos generados a bordo a cargo del buque de apoyo y también se utilizará para los cambios de tripulación en el puerto.
Como puertos secundarios alternativos, únicamente en caso de alguna emergencia, dado que no se prevé como puertos operativos para aprovisionamiento, se considera al de Buenos Aires y el de Quequén. El buque sísmico cuenta también con helipuerto para transportes de emergencia que requiera la operación, esperando contar con el servicio desde el helipuerto en tierra ubicado en el Puerto de Mar del Plata. La operación se llevará a cabo las 24 horas, todos los días de operación.
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