Hoy finalizó el plazo para la presentación de proyectos para competir por un lugar en la capacidad de red de transmisión.

Según anunció la UPME en su último taller de socialización de la Resolución 075, llevado a cabo el miércoles de la semana pasada, más de 200 emprendimientos ya fueron radicados.

“El volumen es bien relevante, tanto en cantidad de solicitudes como de trabajo que se le viene a la UPME es bien importante”, opina Alejandro Piñeros, coordinador regulatorio de Óptima Consultores, teniendo en cuenta que la entidad deberá determinar las asignaciones en diciembre próximo.

En diálogo con Energía Estratégica, el especialista indica que, entre los factores más importantes de este proceso, está la publicación de la versión definitiva del algoritmo de priorización, el cual definirá qué proyectos se asignarán al sistema. “Ya sabemos con qué rasero nos van a medir”, destaca.

Los valores que tendrá en cuenta el algoritmo son: la reducción de restricciones; reducción de pérdidas; el efecto en el precio de la bolsa de energía; la reducción de emisiones; aumento de la confiabilidad; aumento de la flexibilidad. Además, se tendría en cuenta un criterio extra, que concierne al estado de la tramitación de cada proyecto.

Es decir que el sistema algorítmico procesará y determinará, de acuerdo a la competencia que haya por nodo de transmisión, cuáles son los proyectos que podrán ser adjudicados de acuerdo a su mérito.

Sin embargo, ¿qué va a pasar si se presenta un emprendimiento de la misma tecnología y la misma potencia en una misma subestación y hay capacidad para uno de ellos? Piñeros explica que en estos casos todos los criterios van a dar igual puntaje, menos la reducción de pérdidas, que será la fuente de desempate.

“La principal pregunta y preocupación que va a surgir va a tener que ver con las pérdidas calculadas por los estudios de conexión, que serán las que determinen la priorización”, enfatiza.

La pérdida se refiere a cómo impactará una central de energía al momento de interactuar con la red, si es capaz de generar mayores pérdidas de energía o, por lo contrario, si podría tener un efecto positivo y reducirla; esos son los proyectos que mejor puntaje tendrán.

Sin embargo, Piñeros explica que el valor de las pérdidas va a depender de la metodología que haya utilizado cada consultor para calcularlas; es decir, cómo se empleó la simulación, qué parámetros utilizó.

Como la UPME admitió que no tiene la capacidad operativa para poder calcular las pérdidas de cada uno de los proyectos, se basarán en los estudios de los privados. No obstante, las autoridades de la entidad supervisarán las ofertas y, de a haber cálculos exagerados, se le pedirá al promotor las aclaraciones pertinentes.

“Esta situación genera la problemática de que la metodología para calcular esas pérdidas no está 100% estandarizada. Y eso le mete un poco de ruido a la aplicación del algoritmo de priorización”, considera el coordinador regulatorio de Óptima Consultores.

En marcha… después de todo

No obstante a ello, para Piñeros la labor de la UPME es “muy positiva”. “Yo creo que es natural que en esta primera implementación de la Resolución 075, con un algoritmo que se desarrolló sobre la marcha para cumplir con tiempos muy acotados, tengamos que hacer sacrificios en cuanto a qué tan bien nos permite el algoritmo medir el valor real que los proyectos le van a aportar al sistema”, destaca.

“Creo que hay cosas por mejorar pero que, para esta primera implementación, tenemos reglas claras que nos dan una base para hacer asignaciones este año; las cuales luego se podrán ir mejorando”, resume el joven especialista.

Y concluye: “Soy optimista y reconozco a la UPME el largo trabajo que ha realizado durante estos meses definiendo el algoritmo, la implementando de la Ventanilla Única, atendiendo solicitudes pendientes, atendiendo las consultas de cada uno de los desarrolladores, realizando distintos eventos de socialización. Para mí el balance en este momento es positivo y esperemos que para esta fase definitiva sea igual de positivo”.