
Por cada megavatio nuevo de energías renovables y de baterías que una compañía instale en Texas también deberá invertir en un equivalente en generación eléctrica «despachable». Así lo estipula un proyecto de ley que avanza en la legislatura estatal que cambiaría sustancialmente el funcionamiento de uno de los mercados eléctricos más competitivos del planeta al forzar a las compañías a invertir en generación que no sea variable, como el gas natural. A la vez, marca el avance de un debate creciente en los Estados Unidos sobre la resiliencia y la confiabilidad de sus sistemas energéticos.
El Senado de Texas dio media sanción a un proyecto de ley que prevé establecer un nuevo programa de comercialización de créditos de energía despachable en el área de servicio de ERCOT, el operador de la red y el mercado mayorista eléctricos en Texas. El proyecto fue respaldado centralmente por el Partido Republicano, aunque el gobernador republicano Greg Abbott no se ha pronunciado al respecto.
En resumen, el proyecto S.B. 388 forzará a las compañías distribuidoras, generadoras y cooperativas eléctricas dentro de ERCOT a compensar cualquier adición nueva de energías renovables y de sistemas de almacenamiento de energía con una cantidad similar de nueva capacidad a gas natural u otras fuentes consideradas «despachables» a partir de 2026. El objetivo es que al menos el 50% de la nueva capacidad que se construya en Texas provenga de fuentes despachables.
El Código de Servicios Públicos de Texas define en una de sus secciones a las instalaciones de generación “no despachables” como aquellas cuya producción “está controlada principalmente por fuerzas fuera del control humano”. Esta definición alcanza a la generación solar y eólica. Es decir, «despachable» refiere a la capacidad de una fuente de generación eléctrica para producir energía bajo demanda, cuando sea necesario y en la cantidad requerida, mientras que en el caso de las energías renovables, como la solar y la eólica, la producción depende de factores climáticos y no puede controlarse con la misma precisión.
El proyecto de ley además propone actualizar otra sección del código para reflejar “la intención de la legislatura de que el 50% de los megavatios de capacidad de generación instalados en la región energética de ERCOT después del 1 de enero de 2026 provengan de generación despachable distinta del almacenamiento de energía en baterías”.
Cambio estructural en Texas
Los cambios propuestos por la legislatura texana alterarían los pilares fundamentales del mercado eléctrico de ERCOT, que es considerado el más competitivo del planeta por remunerar a los generadores únicamente por la energía generada en tiempo real. El potencial viraje a un mercado con requisitos de capacidad podría afectar las inversiones en generación eléctrica en Texas, el principal estado en generación con fuentes de energías renovables de los EE.UU.
La Advanced Power Alliance (APA), una asociación sectorial que agrupa a compañías generadoras, fabricantes de energías renovables y fondos de inversión con operaciones en los EE.UU., manifestó su desacuerdo con introducir modificaciones al mercado eléctrico que sean discriminatorias contra ciertas fuentes de energía.
«Los mandatos de capacidad son fundamentalmente incompatibles con el mercado exclusivamente de energía de ERCOT, en donde la generación se construye mediante decisiones de inversión privada. Exigir un porcentaje específico de la capacidad de generación de todo el sistema para un tipo de recurso acerca a ERCOT a un mercado de capacidad, lo que genera precios más altos y una menor confiabilidad», criticaron desde la asociación.
«Establecer el requisito de que la mitad de la capacidad de generación del sistema provenga de un tipo de recurso específico impulsaría el mercado hacia un marco regulado y haría que Texas dependiera excesivamente de un tipo de tecnología«, añadieron.

La Administración de Información Energética (EIA por sus siglas en inglés) proyecta que se añadirán 63 GW de nueva capacidad de generación eléctrica (sin contar las adiciones en generación distribuida) en los EE.UU. en 2025. Esta cifra representa un aumento de casi el 30% con respecto a la potencia nueva instalada en 2024, cuando se instalaron 48,6 GW de capacidad, la mayor cifra en un solo año desde 2002. La energía solar y el almacenamiento en baterías en conjunto representarán el 81% de la capacidad total nueva prevista, siendo Texas uno de los mercados que más proyectos absorberá.
Generación «despachable»
Los recursos «despachables» vienen ganando importancia en el sector eléctrico y en la política energética de los EE.UU. La alta penetración de las fuentes de generación renovable en Texas y otros mercados eléctricos y las perspectivas de crecimiento en la demanda eléctrica por parte del sector tecnológico están forzando a los gobiernos estatales a considerar cambios legislativos y nuevos esquemas para incentivar inversiones en generación con fuentes no variables.
La Corporación de Confiabilidad Eléctrica de Norteamérica (NERC), el organismo que supervisa y opina sobre la confiabilidad y adecuación de las redes eléctricas de EE.UU., señaló en un reporte publicado en diciembre que la mayoría de las redes eléctricas del país se enfrentan a “desafíos crecientes de suficiencia de recursos durante los próximos 10 años”.
Datos de la industria indican que está confirmado el retiro de casi 80.000 MW de centrales eléctricas, en su mayoría de gas y carbón, en la próxima década. Las generadoras también anunciaron planes para el retiro de otros 115.000 MW. Pero la mayoría de los nuevos proyectos de generación propuestos como reemplazo son de energía solar o combinaciones de solar y baterías, según datos de EIA.
En ese sentido, el secretario de Energía, Chris Wright definió como una prioridad de la administración del presidente Donald Trump el impulso de las fuentes de generación de base y despachables. Incluso fue más allá y acusó a las energías renovables de encarecer los precios de la energía. «En todos los lugares en donde la energía eólica y solar han penetrado significativamente los precios en la red aumentaron y la estabilidad de la misma disminuyó. ¿Esta vía realmente va a dejar al gas natural en el pasado?», disparó en el CERAWeek en Houston.

, Nicolás Deza
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