¿Cómo evalúa el desarrollo de la generación distribuida en Argentina?

Habiéndose cumplido el primer año de la vigencia del marco regulatorio nacional de Generación Distribuida (Ley 27.424) creo que es positivo el desarrollo que está teniendo la generación distribuida. Inclusive tomando en consideración que casi la mitad de ese periodo fue transitando en cuarentena.

La posibilidad de que un usuario se convierta en Usuario Generador ya está vigente o en vías de serlo en la mitad de las provincias de Argentina y veo intenciones de varias provincias más en sumarse como por ejemplo Santa Fe y Buenos Aires.

Soy optimista de que en los próximos seis meses se sumarán gran parte de las provincias que faltan porque a medida que se difunde la generación distribuida hay presión de la ciudadanía y de las PyMEs del sector para que se habilite la entrega de excedentes a la red.

¿Se van sumando actores?

A pesar del contexto económico, aparecen consistentemente nuevas empresas comercializadoras de sistemas de energía solar para autogeneración en distintas provincias, y este aspecto es clave para que se desarrolle la generación distribuida en cualquier mercado.

La creación de un mercado de generación distribuida lleva su tiempo porque se desarrolla a base de PyMEs que se establecen en distintas ciudades y pueblos, quienes son las impulsoras de la promoción para la adopción de sistemas de autogeneración por parte de los usuarios.

La promoción es muy importante, por lo cual el rol de las provincias y municipios en la difusión de la adopción de este tipo de tecnología es central, ya que de base hay un desconocimiento importante por parte de la ciudadanía.

No es casualidad lo que está ocurriendo en Córdoba, que tomó la generación distribuida como política de estado y hoy concentra el 50% de la potencia instalada a nivel nacional.

¿Que aspectos de la normativa hacen falta regular?

Lo más importante es procurar que la normativa esté implementada en todo el país para que ninguno de los 16.000.000 usuarios eléctricos que existen en Argentina, quede excluido de la posibilidad de poder generar su propia energía.

La ley 27.424 contiene una serie de herramientas de promoción como ser el Certificado de Crédito Fiscal (CCF) y el FODIS. El CCF que hoy se encuentra vigente y se otorga en aquellas provincias que adhirieron e implementaron la normativa.

La ley de presupuesto para el 2021 contempla partidas para mantener el otorgamiento del CCF, lo cual es una excelente noticia, dando continuidad a esta herramienta de promoción que es muy importante en el sector Comercial e Industrial.

Este último es un gran motor de la generación distribuida por el impacto positivo en las empresas y por el ahorro generado gracias a la autogeneración renovable.

¿Se está utilizando el FODIS?

El FODIS actualmente no está vigente. Esta herramienta de promoción está pensada para el sector Residencial, ya que permite mejorar el acceso al crédito para este tipo de usuario.

La implementación es un gran desafío en el contexto actual de la economía pero creo que en cuanto se normalice va a poder contar con fondos suficientes para poder ser una herramienta muy útil para el impulso de ese sector.

Los fondos del FODIS se invierten procurando cubrirse contra la devaluación, por lo cual no debería ser un problema la pérdida de valor.

¿Es competitiva hoy la generación distribuida?

Los principales aspectos positivos que genera la distribuida a partir de fuentes renovables son sin lugar a dudas el impacto ambiental positivo y el desarrollo de empleo, pero en mercados donde existe una componente de subsidios a la demanda tiene un atractivo adicional de alto impacto que es el ahorro fiscal.

Por cada kWh que se genera en distribuida, genera un ahorro inmediato al evitar subsidiar esa energía a la demanda por parte del Estado Nacional.

Este ahorro no se da solamente por lo que es autoconsumido por el Usuario Generador sino también por los excedentes entregados a la distribuidora, que ésta utiliza para abastecer a otro usuario evitando así adquirirla al sistema (CAMMESA).

Por lo cual, la totalidad de la energía generada por ese sistema de energía renovable en distribuida impacta en el ahorro directo de subsidios.

¿Podría dar un ejemplo?

Considerando los subsidios a la energía desde 2012 a 2020 (dato CAMMESA) y simulando 100 MW de energía solar FV en Córdoba Capital con su correspondiente estacionalidad de generación mensual, en el término de esos 9 años hubieran generado un ahorro de USD 60.500.000 al Tesoro Nacional por subsidios evitados a la energía eléctrica.

Con los niveles de subsidios actuales por cada MW instalado de energía solar en distribuida se ahorran entre USD 50.000 y USD 60.000 por año en subsidios a la demanda evitados.

En un contexto de casi 20 años con subsidios a la demanda eléctrica, la generación distribuida aparece como una atractiva política energética para el desarrollo de generación en el sector eléctrico. Efecto atribuible también a la eficiencia energética ya que kWh que se ahorra, es kWh que no se subsidia.

¿Y cómo impacta en la generación de empleo? 

Uno de los enfoques más importante es del lado del desarrollo de industria nacional y empleo. En el caso de la generación distribuida, es indiscutible su impacto en la generación de empleo, siendo este además de mano de obra calificada.

Al ser una industria de servicio principalmente, sobre el precio final de los sistemas solares fotovoltaicos instalados hoy en día, entre el 60% y 70% es «componente nacional»: ingeniería, instaladores, comercialización, logística, junto con la fabricación de estructuras de montaje y componentes eléctricos.

Se estima que por cada 100 MW se generan 5.000 puestos de trabajos directos (IRENA). Como caso testigo podemos analizar a Brasil, que en sólo 4 años con más de 3.000 MW instalados en 300.000 instalaciones en techos, ha logrado desarrollar más de 180.000 puestos de trabajo distribuidos en forma federal en todos los estados brasileños.

De acuerdo a la ABSOLAR, para el 2035 se espera que la industria solar de generación distribuida emplee 650.000 personas. Tengamos en cuenta que la industria petrolera extractiva en Argentina representa unos 50/60.000 puestos de trabajo directos, el potencial de la generación distribuida es muy alto como motor de economías regionales.

La generación distribuida se ha convertido en Brasil en una política energética muy importante en los últimos años donde el desarrollo de la generación de energía solar viene del lado de distribuida antes que centralizada.

¿En Argentina?

En Argentina, la generación distribuida mediante energía solar tiene el potencial para equiparar a los países de la región y convertirse en una de las principales fuentes de generación de empleo del sector energético sin necesidad de subsidios permanentes, sólo serían necesarios mecanismos de promoción para el desarrollo de las primeras etapas de adopción.

La tecnología solar sigue evolucionando y los costos bajando por lo cual ya no son necesarios esquemas de incentivos permanentes como si tiene en el mundo otras industrias del sector energético.

¿Cómo compite la distribuida con otras tecnologías y esquemas de generación?

Las fuentes y formatos no compiten, se complementan a mi entender. Sin lugar a dudas en el futuro de la generación tendrá una componente distribuida importante y esto se debe a que ya existe la tecnología es fiable y económicamente viable para que eso ocurra.

Hace 4 años los proyectos eran viables si se hablaba de decenas de MW, hoy ya no es así. A modo de ejemplo, tenemos el MINIREN o mismo el MATER donde se desarrollan, económicamente viables, proyectos solares de pocos MW viables técnica y económicamente.

Hoy la generación en media tensión y baja tensión es muy competitiva por lo que cual desde el punto de vista de criterio eléctrico puede evitar además grandes inversiones en tendidos alta tensión para viabilizar la generación si así se lo propusiese.

En cuanto a la intermitencia de las fuentes renovables, la firmeza de la energía solar está a la vuelta de la esquina. A modo de ejemplo, el mayor fabricante de inversores solares del mundo (Huawei) a partir de este año incorporó el almacenamiento en toda su línea de inversores solares residenciales, esto implica que de ahora en más los sistemas solares fotovoltaicos pasan a estar compuestos de paneles solares, inversor y baterías permitiendo optimizar el autoconsumo y por ende aplanar la curva de generación solar.

Esta tendencia irreversible, de integrar solar con almacenamiento, era algo que hace unos años se esperaba para el 2025 y hoy en el 2020 ya está vigente comercialmente.

El futuro está más cerca de lo que pensamos.