El Ministerio de Minas y Energía socializó ante el comité de los Fondos de Inversión Climática, CIF, su plan de inversiones para los 70 millones de dólares que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le otorgó para impulsar la Transición Energética Justa en Colombia. Esto, en el marco del programa REI o de integración de energías renovables.
La ministra de Minas y Energía Irene Vélez Torres, explicó que este Plan de Inversiones para la Integración de Energías Renovables presentado por Colombia, con la asistencia de los bancos multilaterales y de diferentes actores nacionales e internacionales, tiene el objetivo de apoyar los esfuerzos de descarbonización.
En esa línea, apunta a la aceleración de la Transición Energética Justa a la que apunta el Gobierno, pasando de una economía dependiente de los recursos fósiles a una productiva, basada en el respeto a la naturaleza y la democratización del uso y la generación de energías limpias.
“Agradecemos todo el apoyo brindado por el CIF. En Colombia vemos la Transición Energética Justa no solo como una oportunidad para descarbonizar nuestra economía nacional, sino también para lograr la sostenibilidad ambiental y económica a largo plazo, a través de una estrategia inclusiva, en la que los ciudadanos están en el centro de la transición para que se conviertan en agentes activos en los sistemas energéticos”, destacó la ministra.
Además, agregó que esta transición será posible también “involucrando activamente hombro a hombro, a las comunidades ubicadas alrededor de las áreas donde se construyen los proyectos desde el proceso de diseño y también estimulando el uso de bienes, productos y servicios locales”.
La jefa de la cartera señaló que se trabajará por una nueva reindustrialización del país, aprovechando el desarrollo de empresas que puedan proporcionar componentes y servicios a las nuevas tecnologías de generación de energía.
Con este plan de Inversiones el Gobierno del Cambio, busca desplegar tecnologías asociadas al hidrógeno verde, expandir las redes de transmisión con la generación de fuentes no convencionales, involucrando a comunidades vulnerables tanto en la generación de la energía, como en la electrificación rural en aquellas áreas donde se proyectan más redes de transmisión y aumentar las soluciones con energías renovables en más de 19.560 hogares, a través de esquemas asociativos comunitarios y populares, para avanzar en la electrificación del sector transporte.