Unos días antes de la elección presidencial, Luis Arcehabló por teléfono con el presidente Alberto Fernández, con quien ya había reunido personalmente a principios de año. Conversaron sobre la votación de los bolivianos residentes en la Argentina, evaluaron el cambio político en la región que estaba a punto de darse y analizaron los avances de la vacuna contra el coronavirus que se produce en nuestro país. Tras la charla, Arce lo llamó “hermano”.

La relación bilateral entre la Argentina y Bolivia entrará en un proceso de reconstrucción en los próximos meses. Con expectativa de que el vínculo vuelva a ser tan cercano como fue hasta 2015, se buscará dejar atrás el quiebre que se generó en noviembre del año pasado, cuando estalló la crisis institucional, renunció Evo Morales y asumió Jeanine Áñez, no reconocida por el gobierno argentino.

Fuentes que forman parte de la interlocución entre la Casa Rosada y el Movimiento al Socialismo (MAS), espacio que lidera Morales e integra Arce, proyectan que los países recuperarán la sintonía del pasado al ser liderados por mandatarios con personalidades similares. “Se va a volver a repetir el escenario de antes porque el perfil de Alberto y Arce tienen muchas similitudes. Arce es muy preparado, le gusta hablar mucho y se aboca a la historia. Alberto es parecido”, señala un hombre que habló con el Presidente tras el triunfo de Arce.

La balanza de poder regional tampoco permitirá, coinciden las fuentes consultadas, que haya lugar para rispideces. El regreso del MAS al poder cambiará el color político de Bolivia en la región y servirá como contrapeso frente a países como Brasil y Uruguay. La Argentina ya no estará tan aislada.

Un exfuncionario que estuvo en la primera línea de contacto del gobierno de Cristina Kirchner y el de Morales afirma que desde 2015, cuando asumió Mauricio Macri, la relación se enfrió no solo en lo político, sino también en lo comercial, particularmente con la renegociación de los acuerdos de importación de gas, que permitieron un ahorro millonario para la Argentina. El ingreso de divisas en Bolivia depende en buena medida de la compra argentina (y brasileña) de gas.

“Bolivia trató de sostener la relación amistosa. Ahora hay que refundar la relación que existió durante el gobierno de Néstor [Kirchner] y Cristina, fundamentalmente la ultima etapa”, señaló.

En la diplomacia señalan, de todas formas, que el vínculo que Morales logró tejer con Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela) en la década pasada será difícil de reeditar porque el contexto regional es muy diferente. En esta suerte de revitalización de la “Patria Grande” hay cuestiones que quedaron pendientes del momento de mayor salud de integración regional, como el ingreso de Bolivia al Mercosur, un trámite que estaba avanzado y se frenó en 2015.

La expectativa del Gobierno, indicaron fuentes de la Cancillería que conduce Felipe Solá, es que Bolivia reactive su participación en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), darle el “empujón final” para que se convierta en miembro pleno del Mercosur, renegociar acuerdos para la compra de gas y volver a nombrar un embajador.

En comparación con aquella época, los liderazgos también son distintos. Arce fue ministro de Economía y de Finanzas de Morales durante casi todo su gobierno, con una pausa de un año y medio por cuestiones de salud, y tiene un perfil opuesto al del exmandatario. Perfil bajo, tecnócrata y poco carisma, Arce contrasta con el estilo de Morales, pero ambos tienen una relación muy cercana, al punto de que quienes conocen ese vínculo descartan que Arce pueda darle la espalda a su líder político una vez en el poder, como Lenin Moreno hizo con Rafael Correa en Ecuador. Arce tiene la experiencia técnica, Morales tiene el control del territorio.

La reconstrucción del vínculo comenzará simbólicamente con el eventual viaje del presidente Fernández a La Paz junto a Morales, que continúa exiliado en nuestro país. La Casa Rosada no confirmó todavía ese viaje, que dependerá de las condiciones sanitarias. Tampoco está definida la fecha del traspaso de poder.

El Presidente había manifestado su intención de viajar durante la cena que le dedicó a Morales días atrás, en la que compartieron mesa con el diputado nacional y exembajador en el Vaticano, Eduardo Valdés, uno de los interlocutores diplomáticos del mandatario, y el diputado nacional y sindicalista Hugo Yasky.

 

 

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/el-gobierno-reconstruye-vinculo-bolivia-expectativa-reeditar-nid2486052