Con el lema “lo posible es mejor que lo ideal”, cierra la colmada de expectativas COP28, con el anecdótico deseo expresado en pins que llevaban los participantes
“salvemos el 1,5” en referencia a mantener uno de los compromisos de reducción
de emisiones del acuerdo de París
Y pasó una nueva Conferencia de las Partes (COP) de cambio climático más, la número 28 (COP28), con sede en Dubái (lo que no dejó de generar controversias) y con el récord de más de 70 mil delegados asistentes de todas las regiones del mundo (con la perlita de más de 1400 delegados de un solo país: Nigeria).
En un marco de “lo posible es mejor que lo ideal”, cierra la colmada de expectativas COP28, con el anecdótico deseo expresado en pins que llevaban los participantes “salvemos el 1,5”, en referencia a mantener uno de los compromisos de reducción de emisiones del acuerdo de Paris, para limitar el calentamiento global a 1,5°C. Según el último balance dado a conocer en la COP28, este objetivo se alcanzaría reduciendo un 43% las emisiones hasta 2030 y un 60% hasta 2035, en relación a los niveles de 2019, lo que permitiría el logro del cero neto para 2050.Es la primera COP que concluye en términos de una “transición alejada de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de manera justa y ordenada” aunque admite una “reducción gradual de la energía en base a carbón”.
Junto a la expectativa de anuncios de desinversión en la producción de gas y petróleo (que no despertó adhesiones entre los delegados de productores ni de muchos países), se conoció la iniciativa de 50 grandes operadoras petroleras de reducir hasta lograr cero emisiones de metano hacia 2030, bajando a tierra el compromiso global de metano firmado en la pasada COP26. Y el énfasis puesto en este gas de efecto invernadero, incluso visibilizó comparativas de emisiones con otras actividades económicas, difundiéndose que el 40% del metano que se emite en el mundo es a partir de actividades como la agricultura, lechería y ganadería.
Mientras un grupo de las petroleras mas grandes del mundo se compromete a aportar para un fondo de subvenciones a la descarbonización de empresas estatales de países desarrollados, dos actores claves de esta liga aportarán sus conocimientos técnicos y experiencia en el control de venteo y de las emisiones fugitivas de metano en sus operaciones. El fondo se destinaría a empresas que logren reducir la intensidad de metano por debajo del 0,2%, poner fin al venteo y quema de gas natural, además de medir y notificar estas emisiones para 2030.
La minería de minerales críticos cobró importancia en la agenda de la COP28, poniendo de manifiesto la necesidad del desarrollo de otras actividades económicas para alcanzar los compromisos de Paris, al tiempo que cada sector debe cuantificar sus fuentes significativas de emisiones para tomar medidas de reducción.
Claramente los desafíos para la implementación de estos compromisos son mas grandes en materia de gobernanza, regulación de mercados de carbono y financiamiento, que en materia tecnológica. Aunque si bien hay tecnologías disponibles, falta avanzar hacia la asequibilidad, con riesgos de abastecimiento oportuno de minerales y componentes a la sombra de conflictos armados y bélicos, que elevan los costos.
También es cierto que sobrevolaron más expectativas de reducción del sector privado que del público (estados y empresas estatales) en términos de ambición climática.
En la COP28 no sólo hubo acuerdos y compromisos del lado de la mitigación del cambio climático, también hubo novedades en adaptación. Se estableció un compromiso de 18 países en la integración de un fondo de pérdidas y daños por casi 800 millones de dólares.
Hacia el cierre y en el ámbito doméstico, se confirmó que Argentina permanecerá dentro del Acuerdo de Paris, a través de una funcionaria de asuntos ambientales de cancillería.
(*) Profesora Titular. Maestría en Gestión Ambiental. Escuela de
Negocios. Universidad Católica de Salta.