Carlos Suazo Martínez, fundador y director general de SPEC Energy Consulting, conversó con Energía Estratégica y donde explicó las oportunidades del storage en Chile y qué nivel de precios se pueden capturar, considerando que el país aún aguarda por las modificaciones regulatorias necesarias tras la a Ley de Almacenamiento y Electromovilidad.
¿Qué zonas se posicionan mejor para la implementación de sistemas de almacenamiento?
Nuestros análisis muestran que las zonas con mejores condiciones están al norte del país. Es ahí donde se ubica la mayor parte de los proyectos solares en operación y aquellos que se encuentran actualmente en construcción.
Esto genera una situación de precios cero en el día con importantes recortes de energía renovable, la que se complementa con altos precios en la noche y en la madrugada, que vienen de la mano con el incremento en el precio de los commodities a nivel internacional.
Y al 25 de enero de este año llevamos cerca de 140 GWh de energía recortada, es decir más de un 80% por sobre lo registrado a la misma fecha en 2022 y sobre 700% respecto a 2021. Por lo que esta es una buena oportunidad para cargar sistemas de almacenamiento con dicha energía en el día para devolverla al sistema en la noche/madrugada.
La tendencia del almacenamiento llegó para quedarse. En principio, porque no observamos que las condiciones de corto plazo puedan cambiar estructuralmente los desafíos asociados a los recortes renovables. A su vez, por el volumen de energía en construcción ubicada donde observamos el cuello de botella de transmisión norte-centro.
¿Qué se necesita para potenciar el uso de ese tipo de sistemas? ¿Pueden modificar los precios que hoy se ven en el MEM?
Actualmente el mercado cuenta con condiciones para la inversión en este tipo de tecnologías (al menos de corta duración, i.e, menos de 10 horas), sobre todo por los avances realizados para dar mayor certeza regulatoria sobre su participación en los distintos mercados (energía y potencia).
De todas formas, existen algunas brechas que inhiben de alguna manera el despliegue de la tecnología: las reglas asociadas a la programación de la operación, criterios de despacho en tiempo real, imposibilidad de contar con instrumentos de hedge mediante un mercado de adelanto (day-ahead), entre otros.
Vemos que parte de las brechas identificadas (ver más detalles) están siendo abordadas por el regulador, lo que sin duda mejora las condiciones para el desarrollo de almacenamiento en Chile.
En cuanto a la sostenibilidad de las señales de precio para la inversión, vemos que el spread de precios se sustenta por condiciones de vertimiento (que es una condición endémica de países como Chile con alto potencial de energía solar) además del nivel de precios de commodities que se espera se normalice durante los próximos años.
A esto se suma el efecto de canibalización propio del almacenamiento. Por ello, la importancia que los desarrolladores incorporen análisis detallados de la operación futura, donde los fenómenos de corto plazo sean capturado de forma correcta.
Creemos, esta es la única forma de entender a cabalidad la real oportunidad de mercado, donde las decisiones se basen en nuevas herramientas de simulación que permitan representar la volatilidad actual de precios y pronosticar su desempeño futuro, junto con identificar las razones estructurales detrás de ello.
¿Qué perspectivas hay para este año con respecto al storage?
Hay un tremendo interés, donde casi la totalidad de desarrolladores que acompañamos están evaluando soluciones de almacenamiento tipo stand-alone o bien, mediante la hibridación de proyectos existentes o en desarrollo.
Asimismo, junto a los primeros prototipos operando en el mercado, veremos la puesta en operación de los primeros proyectos a gran escala basados en baterías. Por lo que sin duda este 2023 estará marcado por la irrupción del almacenamiento, al menos de corta duración, en el mercado chileno.